Para el máximo representante de la Iglesia en Guipúzcoa, "un perdón no es contrario a la reivindicación de las condiciones objetivas de justicia necesarios para que haya paz. Hay que unir las dos cosas y la dificultad está en unirlas", añade el Obispo.

En este sentido, Setién afirmó que el arrepentimiento no es una condición para el perdón. Según la pastoral, la Iglesia anuncia "la necesidad del perdón que obliga a trascender el aniuilamiento o la destrucción de la persona del adversario".

El Obispo señala que la paz debe de venir unida de la dignidad inalienable de la persona humana protegida por la tutela de sus derechos fundamentales, el reconocimiento del derecho de los pueblos a conservar su propia identidad socio-cultural. Esto excluye los dogmatismos políticos, la intolerancia en la interpretación, y necesita de la búsqueda de las vias pacíficas para la solución de los conflictos por la vía del diálogo y el mútuo entendimento.

Además el texto destaca que "empeñarse en hacer compatible y creible la supuesta voluntad de querer hacer la paz, con la puesta en práctica de estrategias de violencia, sea cual fuere su naturaleza, es una pretensión imposible que conduce a engaño y a la confusión".

Para los Obispos Vascos, "no es camino" alcanzar la paz verdadera, lograr ahora "como sea" lo que se pretende y dejar para "después las exigencias de la justicia y de la libertad".

Setién condenó el atentado contra el sargeto mayor de la `Ertzaintza', Joseba Goikoetxea y manifestó que es un atentado "contra una Institución que es fruto del ejercicio de una manera de autodeterminación que supone que es capaz, desde el pueblo, de darse esas Instituciones a sí mismo y que, por tanto es un atentado contra el pueblo".