En la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Sevilla animó a Gallardón a que consiga el apoyo del Pleno del consistorio madrileño, así como el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, para que las negociaciones sobre la ley de capitalidad partan del mismo consenso con el que ha nacido la Carta de Barcelona, amparada por la Generalitat.

En este sentido, el titular de Administraciones Públicas declaró que la Carta de Madrid contemplará, al menos, las mismas condiciones que la de Barcelona, aunque advierte de que "no podrá ser una fotocopia" porque las realidades de cada una de las ciudades es "diferente".

A este respecto, la alcaldesa de Valencia y vicepresidenta primera de la FEMP, Rita Barberá, criticó al ministro que "se pare en la Carta de Barcelona" porque, a su juicio, se da un "trato discriminatorio" por parte del Gobierno a otras ciudades que tendrían cabida en la ley de grandes ciudades, más allá de la Ciudad Condal y la capital de España.

Barberá manifestó que "defenderá" que se dé el mismo trato a todas las grandes ciudades porque el Gobierno, según la alcaldesa, detalla incluso una "distinta financiación" entre las ciudades.