El cnsejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, que presentó hoy un estudio que desde que el virus del SIDA se empezó a diagnosticar, explicó que en Madrid se diagnosticaron 435 nuevos casos de sida en el año 2.000, lejos de los 29 casos del 84 y de los 1.700 de 1994, 'pico' donde se concentró el mayor número de seropositivos.

De los 435 nuevos casos de sida, el 19,5% son mujeres, el 73% tenían entre 25 y 39 años en el momento del diagnóstico, el 68,6% eran o habían sido usuarios de drogas por vía parentera, el 15,2% eran hombres que tenían relaciones sexuales con otros hombres y el 9,2% refieren haberse infectado a través de relaciones heterosexuales. paulatino descenso de casos

Echániz señaló que, a la espera de una vacuna segura y eficaz, la única estrategia posible continúa siendo la prevención por transmisión, y evitar comportamientos de riesgo, como el uso compartido de jeringuillas o el sexo no protegido.

"La vigilancia en Salud Pública tal y como responde este estudio realizado en la Direccón General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad- permite además, monitorizar la evolución de la epidemia y su implicación para diversos colectivos", añadió.

El director general de Salud Pública, Francisco de Asis Babín, señaló que, "a partir del año 1996, cuando se iniciaron los tratamientos con los nuevos retrovirales, primero en pacientes diagnosticados de sida como tratamientos compasivo y más tarde, en 1997, en pacientes infectados por el VIH, se observa un descenso tanto en la incidencia e casos de SIDA como en la mortalidad.

Entre 1996 y 2000, la mortalidad asociada al VIH disminuyó un 72%, el descenso fue más importante entre los pacientes diagnosticados de sida (79%), y los diagnóstico también disminuyeron un 73,7%.

La tasa de seroprevalencia de anticuerpos anti-VIH entre los usuarios de drogas por vía parenteral continúa siendo alta (34,8%). Esta tasa presenta una tendencia decreciente relacionada con los programas de disminución del daño, emprendidos a partir del año 1991. En este colectivo se ha observado una gran disminución en el uso compartido de jeringuillas, sólo el 6,8% refieren compartir jeringuillas y agujas previamente utilizadas por otros.