Así consta en el informe anual publicado este jueves por la Comisión Europea sobre dicho sistema, que cubre las alertas notificadas durante el pasado ejercicio, así como las correspondientes acciones de seguimiento adoptadas por las autoridades nacionales de los Estados miembro de la UE, Noruega, Islandia y Liechtenstein, según precisó la Comisión en un comunicado.

El año pasado se contabilizó la “mayor cantidad” de alertas registradas desde el lanzamiento del sistema en 2003 y los cosméticos fueron el tipo de producto notificado con “mayor frecuencia” como “riesgo para la salud”, seguidos de los juguetes, los vehículos de motor, los electrodomésticos y la ropa.

A su vez, los riesgos relacionados con productos químicos, lesiones, asfixia y riesgos al medio ambiente fueron los “más notificados”.

Por lo que respecta a los cosméticos, la “mayoría” de los que estuvieron involucrados en alguna notificación contenían BMHCA, una fragancia sintética prohibida que, según la Comisión, “puede perjudicar la fertilidad y causar irritación de la piel”.

En paralelo, también se encontraron en los aparatos eléctricos sustancias que suponen un riesgo para la salud humana y el medio ambiente, como el plomo en las soldaduras.

Por último, los cigarrillos electrónicos con un contenido “excesivo” de nicotina y los juguetes que contienen ftalatos también representaron “una parte importante de las alertas”.