El estudio presentado por Camps, que prevé los gastos que habrá hasta el 2040 y los ingresos hasta el 2015, revela que en el 2040 se gastarán 54,7 billones de pesetas en pagar las prestaciones de un total de 12.554.251 pensionistas.

Esos 54,7 billones representarán un 12,06% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 8,42% actual de gasto en pensiones sobre el PIB. Ese incremento es "asumible en un país económicamente saneado", según el secretario de Estao.

Camps baraja que España tendrá en el 2040 una población de 40,3 millones de personas, desglosada en 6,5 millones de personas menores de 20 años (un 11,7% menos que en 1991), un total de 21,7 millones de personas entre 20 y 64 años (un 4,4% menos), y 12,1 millones de mayores de 65 años, lo que supondrá un incremento del 16,1% respecto a 1991.

El estudio baraja previsiones macroeconómicas como un Indice de Precios al Consumo constante del 2%, un crecimiento nominal del PIB que pasaría del 5,98% n este año hasta el 2,41% en el 2040 y una revalorización lineal de las pensiones del 2%, pese a que actualmente suben un 5,6% anual.

PROBLEMAS EN EL 2030

Para el portavoz del Grupo Socialista en la oposición, José Antonio Griñán, apuntó que es "imposible" cumplir las previsiones que establecía el trabajo presentado por Camps, ya que para ello sería necesario que la tasa de actividad pasase del 51% actual al 90% en el 2030.

Griñán explicó que si en el 2030 habrá que pagar 11,2 millones de pesets, tres millones y medio más que ahora, será necesario que haya siete millones más de afiliados a la Seguridad Social que ahora (dos por cada nuevo pensionista), lo que elevaría el número total de afiliados hasta los 23 millones para el 2030.

El portavoz socialista destacó que el estudio de Camps prevé que en esa fecha haya 27 millones de personas en edad de trabajar, por lo que la tasa de actividad estaría cercana al 90%, lo cual es "imposible", y hasta la UE recomienda llegar a una tasa del 70%.

Por su parte, el portavoz de CiU en esta Comisión, Pere Grau, pidió al Gobierno que si maneja esos escenarios busque la forma de retrasar la edad de jubilación, con el fin de permitir que no caiga el número de cotizantes a la Seguridad Social. Además, apuntó que los jóvenes no se incorporan al mercado laboral a los 20 años, como considera el estudio, sino mucho más tarde.

El portavoz de Izquierda Unida en la Comisión del Pacto de Toledo, Antero Ruiz, insistió en las críticas por lo "optimista" del esudio presentado por el Gobierno.

Camps respondió que el estudio se ha realizado de forma "prudente" y teniendo en cuenta las previsiones menos halagüeñas, lo que no evita que los resultados sí inviten al optimismo. "Estas previsiones prudentes y moderadas se verán superadas" anunció el secretario de Estado de Seguridad Social.

El máximo responsable de la Seguridad Social recordó que el sistema público está "como nunca" en número de afiliados, casi 16 millones, y superávit, pero avisó de que habráque hacer las reformas necesarias "para no caer en los errores del pasado".

En su opinión, se debe impulsar la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, prolongar la vida activa más allá de la edad legal de jubilación (65 años) y considerar la entrada de inmigrantes que impulsarán los ingresos por cotizaciones y la natalidad.