SMI

El SMI acumula una subida del 64,8% desde 2016 mientras la productividad de las pymes retrocedió un 3,6%

- Según Cepyme, que alerta de que el aumento del SMI afecta al 40% de las pequeñas y medianas empresas, frente al 15% del total de compañías españolas

MADRID
SERVIMEDIA

El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha subido un 64,8% desde 2016 (de 655 euros por 14 pagas a 1.080 euros en 2023), mientras que, en el mismo periodo, la productividad de las pequeñas y medianas empresas, medida en términos de ventas reales por ocupado y ajustadas a la inflación, ha caído un 3,6%, y la productividad total de la economía ha descendido un 4,9%.

Esta es una de las conclusiones de un informe de la patronal Cepyme, en el que avisa de que el avance del SMI “rompe” el principio de vinculación de las alzas salariales a la evolución de la productividad que marca el Estatuto de los Trabajadores. Además, advierte de que la aprobación por parte del Gobierno de las “consecutivas subidas del salario mínimo ajenas a la evolución de la productividad perjudicará la situación de las pymes españolas”.

En este escenario, sostiene que se produce para el empresario un fuerte aumento de los costes laborales ajeno a su “necesaria adaptación a la coyuntura que reduce su margen de beneficios”, porque la subida del SMI produce un “efecto arrastre” en el rango salarial de las empresas, al deparar la subida de otros sueldos de personal de superior escalafón, cargo o antigüedad.

También considera que se torna en una herramienta de intervención de algunas ramas de actividad. En sectores como la hostelería, el SMI supera el sueldo del 95% de los trabajadores, como refleja el informe ‘Repercusión de la subida del SMI en la pyme española’, elaborado por Cepyme.

“Esa intervención se refleja también en el hecho de que la subida se impone sobre la voluntad pactada en los convenios colectivos y en que limita la autonomía del empresario para fijar las remuneraciones en función del entorno económico al que se enfrenta”, critica esta patronal.

ALZA DE COTIZACIONES

Por otro lado, el informe señala que el alza del SMI supone también para el empresario una fuerte subida de cotizaciones a la Seguridad Social: del 28,37%, incluyendo otras novedades, como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) para rellenar la conocida como ‘hucha’ de las pensiones.

Al respecto, añade que el último aumento del SMI, de 80 euros mensuales en 14 pagas para 2023, se amplifica en coste mensual a 110,47 euros, incluyendo cotizaciones. De modo que un trabajador con el SMI costará este año a la empresa 1.485,68 euros más. Y el aumento a 1.080 euros mensuales en 14 pagas equivale a 1.120 euros en cómputo de meses naturales.

“Desde Cepyme, pedimos poner fin a las incesantes subidas de cotizaciones que se han producido en los últimos años y que se suman a las aprobadas para 2023. En los últimos cinco años, el Gobierno ha elevado las bases mínimas de cotización en más del 47% y las bases máximas cerca de un 20%”, agrega esta patronal.

TAMAÑO

Según las conclusiones del informe, las empresas de hasta 50 trabajadores son las que más sufren este aumento. Debido a la tipología de estas compañías, el nuevo SMI se sitúa en el 70,7% del sueldo medio de la pyme española, muy por encima del objetivo de la Carta Social Europea (60%).

Así, las pymes pagan una retribución media de 1.517 euros, inferior al sueldo promedio global, que se sitúa en el entorno de los 1.800 euros mensuales.

“Esta tesitura se agrava en el caso de las pymes y microempresas de la llamada España vaciada, ya que para ellas competir vía costes es, en la mayoría de los casos, su único salvavidas”, avisa Cepyme. Además, el grueso de pymes afectadas por la subida del SMI son el 40%, frente al 15% sobre el total de empresas españolas.

Igualmente, señala que el aumento del salario mínimo “no es neutral” para el mercado de trabajo. Al hilo, recuerda sus cálculos de que el aumento del umbral salarial mínimo desde 2018 ha provocado la destrucción de 105.800 puestos de trabajo y ha evitado la creación de 150.400 empleos.

“No solo eso, sino que, de los 2,3 millones de trabajadores situados en ese tramo salarial, los más perjudicados por la sangría de empleo son, precisamente, los que más difícil tienen el acceso al mercado laboral, como los de baja cualificación, los jóvenes y las mujeres”, zanja Cepyme.

(SERVIMEDIA)
07 Feb 2023
DMM/clc