Puso como ejemplo de ello la actitud del ministro de Economía inglés en la reunión de ministros de finanzas (ECOFIN) celebrada el pasado lunes en Bruselas.

Durante esa sesión, el titular de Economía británico, en calidad de presidente semestral, intentó que el resto aprobaran una congelación del presupuesto comunitario durante 7 años.

Afortunadamente, explicó Solana, el resto rechazaron es posibilidad y el presidente de la Comisión, Jacques Delors, que se mostró contundente, "como él sabe hacerlo, cuando quiere", explicó al ministro británico, partida por partida, por qué no puede haber esa congelación presupuestaria de la CE.

"El triunfo de Europa en Gran Bretaña no significa que las voces antieuropeístas sean insignificantes: la señora Thatcher sigue ejerciendo su liderazgo sobre una parte nada desdeñable de los escaños conservadores", observó el ministro.

No obstante, España, djo Solana, admitirá una reducción en el incremento del presupuesto comunitario propuesto por Delors (Paquete Delors II), si se demuestra que ese recorte no perjudica la "profundización" acordada en Maastricht.

Solana abrió hoy la ronda de comparecencias de ministros que durante este mes de julio detallarán a la comisión el Tratado sobre Unión Política y Económica europea, alcanzado el pasado mes de diciembre en la ciudad holandesa de Maastricht, y posteriores acuerdos, como los alcanzados en Lisboa."VITAMINAS" CONTRA LOS BRITANICOS

Según el ministro, a pesar de que el Gobierno va a tener que tomar "vitaminas" durante las vacaciones para contrarrestar la política menos europeísta de un país como Gran Bretaña al frente de la CE, ello no supone que España pueda sentirse desde ahora perjudicada.

Rechazó los argumentos de la portavoz del Grupo Popular, Isabel Tocino, en el sentido de que la "cumbre" de jefes de Estado y de Gobierno de Lisboa convirtió poco menos que en papel mojado los compromiss de fomentar la cohesión alcanzados en Maastricht.

Por contra, recordó Javier Solana, en Lisboa se adelantó a "los primeros meses de 1993" la aplicación de esos fondos de cohesión, que para España supondrán algo más de 120.000 millones de dinero comunitario, mientras que en el Tratado de Maastricht se hablaba de "diciembre de 1993".

El ministro de Asuntos Exteriores afirmó en su exposición inicial que España no es contraria a la ampliación de la CE, de sus actuales doce países a miembros a 19 (Fnlandia, Suiza y Austria, entre otros), pero advirtió que condiciona este proceso a que se lleve a cabo de forma "complementaria" con la profundización de la Unión Política. De lo contrario, explicó, Europa se convertiría simplemente en un área de libre comercio.

De todas formas, añadió, el Gobierno es partidario de la ampliación porque los nuevos socios comunitarios será países con economías fuertes y por tanto "contribuyentes netos" de fondos para la CE.

Javier Solana defendió apasionadamente e Plan de Convergencia económica elaborado por el Gobierno y dijo que las medidas que contiene hubiera sido necesario aplicarlas aunque no estuviese por delante el reto de la Unión Económica y Monetaria.

PP: "MAASTRICHT DOS"

Isabel Tocino aseguró, en contra de lo expuesto por el ministro, que Lisboa ha supuesto, de hecho, un "Maastricht dos", más negativo para España.

La representante del PP insistió en su tesis de que el peso de los países "ricos" de la CE no deje en el olvido los fondos de cohsión para los países pobres, como puede parecer de las intenciones del Gobierno británico en este semestre de Presidencia comunitaria.

Tocino reiteró que el Ejecutivo socialista no tiene credibilidad para desarrollar el Plan de Convergencia económica, por la forma en que se han disparado las variables de gasto público e inflación, entre otras.

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, Ramón Espasa, acusó al Gobierno del PSOE de utilizar la Unidad Económica y Monetaria en 1997 como "coartada" ara aplicar un plan de ajuste económico sin consensuar con los sindicatos.

Espasa afirmó también que su grupo teme que sea la OTAN (Estados Unidos, incluido) el futuro "brazo armado" de Europa. En su opinión, la Unión Europea Occidental (UEO) puede quedar en un organismo sin sentido si no se apuesta por ella frente a la OTAN.

CDS: "EQUIVOCO Y AMBIGUO"

El representante del CDS, el diputado Rafael Arias Salgado, puso el acento en lo "equívoco, ambíguo y fuente de conflictos" que es el Tratado de aastricht y en las dificultades de que Estados con siglos de historia acepten sus postulados,.

Arias Salgado criticó el escaso protagonismo que se deja a los parlamentos nacionales en una Europa que está siendo negociada por los gobiernos y anunció la intención de su grupo de presentar una proposición en las Cortes para obligar al Ejecutivo a que consulte más las decisiones sobre la Unidad Europea y no sólo acuda al Congreso a pedir ratificación sobre lo decidido previamente.

Francesc Oms, de Conergencia i Unió, destacó la necesidad de realizar un enorme esfuerzo pedagógico para explicar a la ciudadanía que son los tratados de Unidad Europea y apoyó las medidas económicas contenidas en el Plan de Convergencia.

En su opinión, "peor de lo que estamos no vamos a estar" y es necesario apostar por medidas que reactiven la economía española.

Iñaki Anasagasti centró su intervención en criticar el "grave error que comete el Gobierno por incluir en el futuro Comité de las Regiones de la CE, instiución creada en Maastricht, a representantes de los entes locales (diputaciones, cabildos y ayuntamientos)".

Javier Solana rebatió ese argumento y señaló que aunque ese organismo lleva el nombre de Comité de las Regiones, lo cierto es que la normativa por la que se regulará obliga a que haya en el mismo representantes de las administraciones locales.