En una nota de prensa, Solidary Wheels denunció la discriminación por motivos de nacionalidad que se ejerce contra los solicitantes de asilo en el CETI, que “ya no es exclusiva” de los ciudadanos procedentes de Marruecos.

Señaló que 17 personas de Colombia, Brasil, Venezuela y Perú –incluida una niña de cuatro años--llegadas entre el viernes y el martes a Melilla, llevan desde ayer a las 9.00 horas en las puertas del CETI, después de haber manifestado su voluntad de solicitar protección internacional.

Según la ONG, algunos solicitantes tuvieron que echarse en el suelo, “ante la falta de sillas y mesas. A media tarde, les entrevistaron trabajadoras del centro, a fin de evaluar su situación. Les comunicaron que el director del CETI había solicitado a Madrid su ingreso, aunque al final, solo nueve de estas personas pudieron entrar. El resto volvieron a dormir en la calle. Entre ellas, hay tres mujeres y un joven de 21 años”.

PROBLEMA DE FONDO

Según la ONG, la saturación y la imposibilidad de conseguir citas para presentar la solicitud en el resto del Estado obligan a estas personas a “buscar alternativas en los CETI”.

Se trata de “un problema de fondo”, y recalcó que los CETI son centros de primera acogida destinados a ofrecer servicios y prestaciones sociales básicas a migrantes y solicitantes de asilo recién llegados.