La ONG hace esta petición a raíz de los destrozos en la valla de Melilla provocados por el reciente temporal de lluvia, que ha provocado que decenas de inmigrantes irregulares subsaharianos hayan saltado el alambrado fronterizo, logrando, alguno de ellos, entrar en esa ciudad.

"Estas personas, después de haber recorrido parte del continente africano, buscan la manera de entrar en Europa, y pasan temporadas más o menos largas en Marruecos en condiciones infrahumanas hasta encontrar un modo más o menos peligroso para lograr su objetivo", señala la ONG en una nota de prensa.

En este sentido, SOS Racismo subraya que "esa situación no es nueva" y que la respuesta de los responsables políticos ha sido la misma: la inversión en el control de fronteras y en la ampliación de la valla, su resistencia y el refuerzo policial".

Por ello, la ONG pide al Gobierno que contemple la llegada de inmigrantes y refugiados a Melilla, no como un hecho aislado, sino como consecuencia del aumento de la pobreza y la injusticia a nivel global.

Además, SOS Racismo insta al Ejecutivo a estudiar adecuadamente las solicitudes de asilo político de estas personas, que en muchos casos huyen de persecuciones y conflictos políticos, ya que un retorno forzado a su país resultaría un grave peligro para su vida.

Finalmente, pide la autorización, por parte del Ministerio del Interior, de la entrada a la Península de las personas que se encuentran a las puertas de Ceuta y Melilla en una situación vulnerable y con una orden de expulsión no ejecutada.