Fuentes de Sumar consultadas por Servimedia despejaron así la responsabilidad que ambos partidos han querido echar sobre Sumar y su representación en Cataluña, los Comunes, por haber tumbado los presupuestos catalanes al no estar dispuestos a aceptar el acuerdo político para llevar adelante el proyecto del macrocasino de Hard Rock cuya retirada ponía En Comú Podem como condición para apoyar las cuentas públicas.

Las fuentes consultadas interpretan que, por un lado, el PSC está interesado en el adelanto electoral que ayer anunció el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para el 12 de mayo, porque las encuestas sitúan su candidatura, encabezada por el exministro de Sanidad Salvador Illa, como la que más votos obtendrá en esos comicios.

Por su parte, tanto a ERC como al propio PSC les convendría el adelanto electoral porque, con él, no dará tiempo a que el líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, se vea beneficiado por la proposición de amnistía aprobada hoy por el Congreso de los Diputados. Puigdemont podría presentarse como candidato, pero para tomar posesión tendría que venir a España, y, sin haber entrado en vigor la norma, sería detenido al hacerlo.

EL MACROCASINO

Las fuentes consultadas de Sumar insistieron en su tesis de que el macrocasino es contrario al modelo productivo que ellos defienden. Desde ERC apuntaron a esta agencia que el proyecto de Hard Rock no estaba incluido en los presupuestos catalanes que decayeron ayer, y que en cambio sí lo estuvo en los de los años pasados, y sin embargo En Comú Podem los aprobó.

Fuentes de los Comunes consultadas por Servimedia replicaron que el apoyo de los años anteriores lo realizaron "por responsabilidad", pero que lo que sí se habría aprobado es la modificación del plan urbanístico de Tarragona que amparaba la construcción del macrocasino y que, si hubiera salido adelante, esto ya habría sido muy difícil de revertir. De ahí que en esta ocasión no hayan querido otorgar su voto al proyecto de cuentas públicas.

Otra fuente de Catalunya en Comú se mostró optimista de cara a las elecciones adelantadas al 12 de mayo, al entender que la apuesta de ERC y el PSC por el proyecto de Hard Rock les deja libre un amplio nicho del electorado de izquierdas, dado que los Comunes han patrimonializado en exclusiva el rechazo a él.

En cambio, fuentes del PSOE restaron importancia a la eventual incidencia en los comicios de su defensa de un proyecto que entienden que lleva bloqueado muchos años. De hecho, atribuyen la posición de los Comunes y su rechazo decisivo a los presupuestos catalanes como un intento de asegurar el voto de su base social, que no morderá, en cambio, en la del PSC, que también consideran consolidada y con posibilidad de ampliarse con el voto de antiguos simpatizantes de Ciudadanos, que negocia una candidatura conjunta con el PP.