Salud

Un superviviente de ictus redefine su proyecto de vida “tras ocho meses” de recuperación

- El paciente, de 55 años, pasó 10 horas inconsciente antes de ser rescatado por los Bomberos

- Su esposa perdió el empleo por dedicarse a cuidarle durante el proceso de recuperación

VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://servimedia.tv/TotalesIctusPedroPablo

Madrid
SERVIMEDIA

El pasado 7 de febrero, el exfontanero Pedro Pablo Vázquez sufrió un ictus que cambió radicalmente su vida. Ocho meses después, ha recuperado gran parte de su autonomía física. Pese a que la rehabilitación cognitiva avanza "muy despacio", mantiene el optimismo.

Así lo expuso este usuario de la Asociación Daño Cerebral Corredor del Henares en el diálogo ‘Punto y seguido. Superando el ictus y recuperando proyectos de vida personal y familiar’ celebrado en la agencia de noticias Servimedia, a la que acudió acompañado discretamente por Esther, una trabajadora social de su localidad.

Pedro se encontraba en proceso de separación de su esposa cuando le sobrevino el ictus: "Quedé con mi mujer para ir a comer, pero no llegué a ir". Desde las 15.30 horas de la tarde hasta la 01.00 horas de la madrugada permaneció inconsciente en el suelo del baño de su domicilio, hasta que los Bomberos lograron acceder a la vivienda tras la insistencia de su entonces esposa.

"Yo no me di cuenta de nada. No podía abrir la puerta ni hacer nada", explicó quien destacó la determinación de su mujer. "Se puso muy cabezona. Gracias a Dios, si no, yo no estaba aquí". Los servicios de emergencia tuvieron que entrar por una ventana para encontrarlo y realizar las primeras maniobras de reanimación.

PROCESO DE HOSPITALIZACIÓN

Tras el rescate, Pedro fue trasladado al Hospital de Torrejón, donde permaneció un mes en la UCI. Posteriormente, fue derivado al Hospital San Vicente de Carabanchel para continuar su tratamiento. "Estaba súper agresivo. Di mucho la lata”, reconoció con humor sobre su comportamiento durante los primeros días de hospitalización.

El proceso de recuperación física ha sido notable. “De chapa y pintura, estoy estupendo", declaró con orgullo, aunque admitió que “camina más despacito".

La rehabilitación cognitiva requiere más tiempo. "Me lo dijeron desde el principio, que esto va más lento. Y yo quiero correr más", confesó con la impaciencia propia de quien desea recuperar completamente su vida anterior.

Ana Cabellos de Daño Cerebral Estatal y Pedro Vázquez afectado de ictus | Foto de Servimedia

CONSECUENCIAS LABORALES FAMILIARES

El ictus no solo afectó a Pedro, sino que tuvo graves repercusiones en su entorno familiar. Su esposa perdió el trabajo "porque tuvo que coger días libres para llevarme al médico, para cuidarme durante la recuperación, finalmente la despidieron”.

Esta situación ejemplifica lo que la presidenta de Daño Cerebral Estatal, Ana Cabellos, que también intervino en el encuentro sobre el ictus, señaló como "otra consecuencia más de la que no solemos hablar". Cabellos explicó que "siempre mencionamos los casos de familias que dejan el trabajo para poder cuidar, pero nunca hablamos de esta otra realidad que es el despido por ‘bajo rendimiento’”.

"Si necesitas cuidar a un familiar empiezas a faltar al trabajo, a pedir horas porque tienes médicos y al final acabas en la calle", sentenció la presidenta de la entidad.

SALIR ‘INV-ICTUS’

Este madrileño tuvo una empresa de fontanería durante 20 años y además colaboró como linternero con el Ministerio de Defensa. Las secuelas del ictus le obligaron a dejar la profesión. "Lo que antes hacía en tres minutos ahora me cuesta tres horas y me duele todo el cuerpo", explicó.

Además, ha perdido el 60% de visión en un ojo y le han retirado el carné de conducir, lo que le impide realizar trabajos que requieren desplazamientos.

No obstante, mantiene una actitud positiva hacia la vida. "Disfruto cada día lo que tengo", afirmó. Actualmente recibe rehabilitación diaria que combina terapia cognitiva con sesiones de neuropsicología y terapia ocupacional.

APOYO FAMILIAR

Finalmente, Pedro reconoció que "la familia es la que se lleva la peor parte, con diferencia", pero paradójicamente el ictus ha fortalecido los lazos familiares que se habían debilitado.

"Mi mujer y yo nos estábamos separando. Fue firmar los papeles y darme el ‘trastazo’. Y ahora mi exmujer está más que cuando estábamos casados", reconoció.

Este madrileño demuestra que, pese a las secuelas de la lesión cerebral, mantiene intactas las ganas de vivir. Pedro, en apenas ocho meses ha gestado un nuevo proyecto de vida adaptado a su nueva realidad.

“Cuando me dijeron que dejara la silla de ruedas para apoyarme en el garrote fue un logro, después fui dejando este apoyo para caminar solo distancias cortas”. Ahora está aprendiendo a correr porque lo había olvidado. Cualquier esfuerzo resulta pequeño para Pedro Pablo Vázquez, que se ha propuesto ser ‘inv-ictus’ en su nueva vida.

(SERVIMEDIA)
02 Nov 2025
AOA/mag