En la dos escuelas universitarias con que cuenta la Universidad Autónoma para la formación del profesorado, "Santa María" de Madrid, y "Nuestra Señora de Fuencisla" de Segovia, los planes de estudios otorgan a la asignatura de "Religión y Moral Católica y su Pedagogía" cuatro créditos para la obtención de los títulos de "Maestro-Educación Primaria", "Maestro-Educación Física", "Maestro-Lengua Extranjera", "Maestro-Educación Infantil" y "Maestro-Educación Musical".

l arzobispado recurrió esta decisión, al considerar que a otras asignaturas que merecen, por su entidad, ser consideradas como fundamentales, se les atribuye un número de créditos notoriamente superior.

Asimismo, puso de relieve que materias que figuran como optativas, también reciben un número mayor de créditos que la religión, y cita los casos de "Plástica"y "Filosofía", que otorgan 18 y 20 créditos, respectivamente, a los estudiantes que se preparan para conseguir el título de "Maestro-Educación Prmaria".

Según el Arzobispado, el Supremo ha ratificado la sentencia que dictó el 20 de octubre de 1993 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ya estimó el recurso interpuesto por el Arzobispado contra la Autónoma, y condena a la universidad al pago de las costas.

El Alto Tribunal considera que el plan de estudios impugnado "incide negativamente en la formación del profesorado y conculca en consecuencia los derechos reconocidos en los artículos 27.1, 27.3 y 16 de la Constitución".

Tabién estima que para que la Religión se imparta en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales debe existir "al menos una cierta homogeneidad en cuanto al tiempo o número de créditos invertidos en el estudio de cada una de las asignaturas y que obviamente dicho número de créditos sea suficiente para garantizar una formación adecuada en cada disciplina".