El tribunal desestimó todos los motivos del recurso del acusado, que fue condenado a 3 años de prisión por delito de atentado contra la autoridad con uso de instrumento peligroso, y 6 meses por delito de lesiones menos graves, así como una multa por otro delito de lesiones (en este caso leve), además de al pago de una indemnización total de 1.800 euros a los dos agentes a los que lesionó.

De ese modo confirmó la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que a su vez ratificó la condena de la Audiencia de Barcelona. Tanto la Fiscalía como la Generalitat catalana como parte recurrida reclamaron la inadmisión del recurso de casación del condenado.

LOS DISTURBIOS

Según los hechos probados de la sentencia, el 1 de octubre de 2018, sobre las 20.00 horas, el acusado se encontraba ante el Parlament de Catalunya, en el Parc de la Ciutadella de Barcelona, donde se había reunido un grupo de personas con la finalidad de protestar, y donde algunos manifestantes lanzaron objetos, y sacudieron y movieron las vallas que los Mossos d'Esquadra habían colocado en el lugar.

“El acusado, que llevaba puesto un pañuelo rojo que le tapaba la parte inferior de la cara, portaba un palo de madera, rígido, de más de un metro de longitud, y varios centímetros de grosor, en el que había una tela a modo de bandera”, recoge el relato de los hechos.

“Con ese palo golpeó al Mosso d'Esquadra en la barbilla, cuando este fue a tratar de evitar que se desmontaran las vallas. En una acción posterior, el Mosso d'Esquadra cayó al suelo, y el acusado le golpeó en la mano derecha”. Posteriormente golpeó con el mismo palo a otro mosso impactándole en el casco de protección.

INSTRUMENTO PELIGROSO

La sentencia explicó que ambos agentes estaban uniformados, y formaban parte del dispositivo de prevención que se había establecido ante la expectativa de que iba a producirse una manifestación en aquel lugar.

En cuanto a la aplicación de la agravante de haber usado un instrumento peligroso en el delito de atentado, la Sala subrayó que el instrumento que el acusado portaba era un palo de madera, rígido, de más de un metro de longitud y varios centímetros de grosor “cuya capacidad lesiva es objetivamente relevante”.

Asimismo, el mismo palo fue utilizado contra los agentes dirigiéndolo contra sus cabezas, de modo que al primero le impactó primero en la barbilla y después en la cabeza, y le causó una herida contusa en el mentón, que requirió la aplicación de tres puntos de sutura, y al segundo le golpeó en la cabeza, y, aun cuando éste fuera provisto de un casco, le ocasionó una cervicalgia.