Entre otros puntos, el acuerdo establece la instalación de semáforos con señales acústicas, tanto en las calles próximas a la referida delegación de la ONCE como en las cercanías de las estaciones de autobuses y trenes.

En esas zonas (avenida del Segre, Rambla Ferrán y Francesc Maciá), los técnicos municipales se encargarán de hacer distinciones en las texturas de las superficies, de modo que permitan la dierenciación entre los diversos elementos viarios.

En cuanto al apartado de los medios de transporte público de Lérida, otro de los que fija el convenio, incluye la colocación de indicadores sonoros y acústicos de las paradas de los autobuses urbanos.

Además, como proyecto a largo plazo, está prevista la ubicación de cabinas telefónicas con pantallas para personas sordas.

Por lo que respecta a la actuación social integral y a la ampliación del ámbito de trabajo a personas con otras minusvalía, además de la ceguera, el acuerdo recoge el compromiso conjunta del ayuntamiento y la ONCE con el fin de que esta institución disponga de instalaciones municipales para sus actividades en la capital de la provincia.

Especialistas de las dos partes preparaban desde junio de 1990 las medidas comprendidas en el acuerdo, que financiarán, al cincuenta por ciento, el Ayuntamiento de Lerida y la ONCE.