‘Camino largo de vuelta a casa’ es una coproducción del Teatro Español y Flexión Producciones, que cuenta en el reparto con Amparo Pamplona, Belén Ponce de León y Helena Ezquerro, y con Bea Francos, como responsable del diseño de iluminación y movimiento; Paola de Diego, como encargada del espacio escénico y vestuario; y David Ordinas al frente del espacio sonoro y la música, según informó el Teatro Español.

La obra narra la historia de tres mujeres de distintas generaciones que se encuentran en momentos vitales muy diferentes, obligadas a vivir bajo el mismo techo: Filomena, que ya ha superado los 90 años, representante de esa generación “difícil de matar” que vivió la posguerra, y que “pasa su vida sin ningún aliciente, deseando que el Señor se la lleve de una vez, y consagra su tiempo al chismorreo y la telenovela exótica”; su hija Begoña, que “trabaja intentando convencer a suicidas potenciales de que elijan la vida sin sentirse especialmente bien ella misma”, que es incapaz de entenderse con su hija Luisa, “varada en el hogar materno debido a la ‘coyuntura del coño’ de la economía y que está pasando la crisis del final de la veintena, cuando las opciones para tener la vida con la que soñabas empiezan a reducirse y ni siquiera tienes un gato panza arriba para rascar”.

La relación entre las tres mujeres es difícil, ya que “viven juntas, pero no tienen un hogar”, y es que Iñigo Guardamino entiende en el montaje ‘casa’ como acepción de ‘hogar’, “con H tamaño 18 Times New Roman; ese lugar donde supuestamente eres tú mismo y te sientes a salvo de todo, nada puede hacerte daño”.

Subrayó que “estar lejos del hogar es oscuridad, ansiedad y empanada vital; es el anhelo que no se va ni con dinero ni con cuerpos” y definió el hogar como “el lugar donde está el corazón y a veces se tarda toda una vida en llegar a él”.

“Quien lo tuvo, lo sabe. Quien lo perdió, toma ansiolíticos y colecciona figuritas de porcelana”, concluyó.