Tejero, de 64 años, lleva en prisión desde el 24 de febrero de 1981 y era el único condenado del 23-F que permanecía en prisión. En total, ha cumplido 15 años y nueve meses de condena, y los tres úlimos años y dos meses en régimen abierto.

Para obtener la libertad condicional, es necesario tener cumplidas tres cuartas partes de la pena, lo que en el caso de Tejero supone 22 años y seis meses. Como ya obtuvo casi dos años de redención por donaciones de sangre y estudios, los cinco años concedidos recientemente por el juez castrense de vigilancia penitenciaria por trabajo, permiten a Tejero acceder anticipadamente a la libertad y no tener que ir a dormir a prisión.

El abogado de Tejero declar recientemente que la decisión del juez castrense no es producto de alguna petición suya, sino de aplicar, con notable retraso, una resolución del Tribunal Militar Central de septiembre de 1995, que declaró la compatibilidad de la rendención de pena por trabajos penitenciarios con la derivada de las donaciones de sangre, lo que hasta entonces no se admitía.