"Es previsible", dijo, "una acción del ganador en Bruselas, porque se le obligará a hacer una cosa que no ha hecho Telefónica". La Comisión Europea, por su parte, ya ha expresado su oposición al sistema de adjudicación empleado por el MOPTMA para el conurso de TMA.

"El sistema que se ha montado", dijo, "no es el bueno, porque se exige a los nuevos operadores ofrecer una cantidad por la licencia que, en el caso de la telefonía móvil, va a ser de unos 85.000 millones de pesetas".

"Esto", añadió, "no sólo es un agravio comparativo, sino que pone una carga al nuevo operador que va a tener que amortizar con su servicio y que no va a tener Telefónica".

En su opinión, "lo adecuado hubiera sido exigir compromisos técnicos y de cobertura que garantcen la calidad y prestación del servicio, y sobre esas condiciones ver quien ofrece el servicio más barato, porque eso habría obligado a Telefónica a bajar los precios".

Con el modelo utilizado, dijo, se entra en la contradicción de dar subvenciones a sectores como el carbón y poner esta especie de impuesto o peaje a un sector ascendente y de futuro como es el de las telecomunicaciones, "cuando quizá debería ser al revés".

PRIMERAS REACCIONES

Por su parte, los responsables del consorcio ganadordel concurso, Airtel, no han realizado manifestación alguna respecto a la posibilidad de entablar acciones legales en Bruselas, y se han limitado a precisar que actualmente, su preocupación es pagar los 4.000 millones de fianza que el Gobierno obliga a abonar en el plazo de 15 días.

Tampoco los responsables del consorcio perdedor SRM-Cometa, al frente del cual estaba como socio financiero el BBV, han valorado la decisisón del ministro Borrell de adjudicar la licencia a Airtel, a pesar de que, según su propias palabras, ambas ofertas eran muy buenas.

Cometa-SRM ha emitido un comunicado en el que se limita a felicitar al grupo Airtel, cuya presencia financiera más destacada es la del Banco Santander, el Central Hispano y un grupo de cajas de ahorros, mientras que el liderazgo tecnológico lo ostenta la norteamericana Airtouch, a pesar de contar con la presencia de la británica BT.

En su escueta nota, los responsables del consorcio afirman tener "la convicciónde haber realizado la mejor oferta osible, con el rigor necesario para un proyecto de esta envergadura", y evitan valorar la decisión tomada "hasta conocer los detalles de la misma".