Ese número supone un 51,1% de los 4.532 empleados que han tenido derecho a apuntarse al plan por cumplir 55 o más años este 2022 y tener una antigüedad en la empresa de al menos 15 años.

La cifra final de suspensiones individuales de empleo queda ligeramente por debajo de las 2.421 solicitudes recibidas para adherirse al plan.

También es una cantidad por debajo de los 2.632 empleados que se marcharon con el anterior PSI de 2019.

Dirección y sindicatos acordaron este martes, en la quinta reunión de la comisión de seguimiento del PSI, flexibilizar los criterios de aceptación de las solicitudes de adhesión.

UGT valoró de forma positiva en un comunicado el poder haber minimizado las solicitudes de adhesión no aceptadas en las áreas críticas.

Telefónica había estimado un coste de unos 1.600 millones de euros para un escenario de 2.700 salidas, que finalmente han sido menos. La teleco esperaba con estas salidas unos ahorros anuales de unos 230 millones de euros a partir de 2023.

Los trabajadores que se marchen con este PSI percibirán el 68% del salario en el caso de los nacidos en 1967, y el 65% en el caso de los nacidos con anterioridad a 1967. La empresa asume el coste del Convenio Especial de la Seguridad Social al 100% hasta el cumplimiento de los 65 años o el alcance de la edad de jubilación ordinaria.

Además de las condiciones del nuevo PSI, dirección y sindicatos alcanzaron a finales de diciembre un acuerdo para la prórroga hasta 2023 del convenio colectivo, con una subida salarial del 1,5%, y un paquete de medidas de fomento del empleo relacionadas con la formación y la movilidad.