Con este presupuesto de inversiones, la empresa multiplicará por siete el esfuerzo realizado desde 1989, unos 10.000 millones de pesetas, de los que la mayor parte, en torno al 70 por cien se ejecutó en 1994.

La filial de móviles de Telefónica cuenta con un plan de expansión para 1995 con el que pretende finalizar el año en torno a los 700.000 abonados, incluidos los futuros clientes de GSM a los que prevé empezar a dar servici en la próxima primavera.

Esta previsión supondría elevar en torno a un 70 por cien la actual base de clientes que tiene la compañía, después de acabar 1994 con una cartera de 411.000 abonados.

Las inversiones presupuestadas incluyen la infraestructura necesaria, el equipamiento tecnológico y la gestión de redes de las nuevas líneas a instalar, tanto en la nueva tecnología GSM como en la análogica, para la que Telefónica Móviles prevé aún un crecimiento del mercado en los próximos 3 años, hasta ago más de 800.000 abonados.

De hecho, para este año la empresa contempla un escenario en el que la mayoría absoluta de su clientela seguirá estando apuntada a la tecnología analógica, extremo que variará sustancialmente en el 96, para el que se espera un reparto del total de abonados al 50 por cien de los dos servicios, analógico y GSM.

A finales de 1995, Telefónica Móviles prevé una cobertura del 35 por cien del territorio español, lo que supone una capacidad de dar servicio al 65 por cien de lapoblación. Si la empresa logra estos objetivos habrá duplicado los niveles exigidos por el Gobierno para las dos operadoras de GSM en el primer año de explotación del servicio.

Frente a estas cifras, los compromisos del consorcio privado Airtel apuntan a una clientela de unos 15.000 abonados a finales de año, teniendo en cuenta que su entrada en servicio será en el último trimestre del año, unos meses después que Teñefónica Móviles.

Buena parte del crecimiento de clientes estimado por Telefónica óviles en 1995 se apoyará en la difusión de los servicios a través de la publicidad, para lo que está previsto un gasto de más de 2.000 millones de pesetas, frente a los cerca de 1.000 millones empleados en este apartado en 1994.