Sobre los premios litearios, Tezanos afirma que "todo el mundo sabe que están amañados, pero eso parece importar poco. Los plagios están a la orden del día, pero se justifican con mil subterfugios, y nadie se preocupa en exceso. Lo importante es que los balances económicos vayan bien".

Agrega que "el mundo de los galardones científicos también parece influido por las intenciones extracientíficas y por los 'arreglos' entre bambalinas".

"Incluso", añade, "en premios que debieran ser objeto de un mayor cuidado, como el 'rincipe de Asturias', ocurren cosas sorprendentes. No me refiero sólo a la peculiaridad de premiar a una 'máquina', como ha ocurrido con la 'estación espacial' el último año, sino a hechos tan extraños como que en las veinte ediciones, el premio de Ciencias Sociales sólo haya sido otorgado una vez a un sociólogo. Hace cuatro años el premiado fue un especialista en novelas de caballería, hace dos años un cardenal italiano especialista en arameo y en textos bíblicos y el último año un eminente catedrático deDerecho Romano..."