Tamayo hizo esta reflexión tras conocer el estudio de la Fundación Santa María que asegura que la Iglesia es la institución española que más desconfianza suscita entre los jóvenes.

"Lo que más llama la atención de esta encuesta es ese rechazo tan fuerte, creciente y numeroso de la juventud hacia la Iglesia católica, porque ésta se mueve en el paradigma de los deberes y de las obligaciones. La Iglesia española se mueve en el paradigma de las prohibiciones y de los 'noes'", subrayó.

Sin embargo, aclaró Tamayo "el paradigma de la juventud y de buena parte de la sociedad es un paradigma de derechos, de 'síes', de defensa de causas importantes y, por eso, es imposible que haya una coincidencia entre las inquietudes y preocupaciones de los jóvenes y la situación de la Iglesia católica".

Agregó que "son paradigmas que no pueden llegar a encontrarse nunca, ya que la Iglesia católica descuida el campo de los derechos y subraya desmesuradamente el campo de las obligaciones y de los deberes en forma negativa".

"El no es el adverbio permanente" de la jerarquía católica, "el no a las relaciones prematrimoniales, el no al divorcio, el no al aborto, el no del acceso de las mujeres al ministerio, el no a que los sacerdotes puedan vivir en pareja, el no al disfrute, al placer y todo ese decálogo que subrayan los aspectos negativos alejan sobremanera".

El teólogo calificó de "normal" esa desconfianza de los jóvenes hacia la Iglesia, porque ésta también "ignora" a los jóvenes y a sus preocupaciones.

"El rumbo de la Iglesia católica de alejamiento de las preocupaciones de los jóvenes desemboca en la desafección de los jóvenes hacia la Iglesia católica", lamentó.

Argumentó que "el origen de ese distanciamiento, de esa lejanía, radica no tanto en los jóvenes mismos, sino en los propios comportamientos de la Iglesia católica que da respuestas del pasado a preguntas del presente".

También dijo que la Iglesia es una "estructura jerárquico patriarcal y, además, gerontocrática", lo que explica, según dijo, que esta institución "no puede interesar a los jóvenes, porque el mundo de valores en el que se mueve es bien ajeno al mundo de valores de la juventud".

Finalmente, el teólogo destacó del informe de la Fundación Santa María el dato que refleja el gran aprecio que sienten los jóvenes por la familia, y añadió que "ni siquiera en esto coinciden con los obispos, porque éstos defienden un 'modelo tradicional' y los jóvenes apoyan y confían en un modelo de familia democrático y no normativo".