Se trata de la primera operación del Tesoro realizada en la divisa estadounidense después de que Standard & Poor´s mejorara la calificación crediticia española el año pasado a AAA.

De este modo, es la primera emisión en divisas del Reino de España que ofrece la máxima calidad crediticia posible del mundo otorgada por las tres principales agencias de rating internacionales.

Esta nueva transacción supone un avance en la estrategia del Tesoro Público de diversificar la base inversora con la emisión de títulos atractivos para inversores globales.

En concreto, el 45% de esta emisión se ha colocado en Asia; el 14% de las órdenes de compra provinieron de Norteamérica; otro 19% de Europa, y el 19% restante de otras áreas geográficas.

Por tipología de inversores, los Bancos Centrales han sido los principales demandantes de este nuevo bono, con más del 50% de las órdenes del libro de demanda.

Al mismo tiempo, esta emisión ha permitido al Tesoro ahorrar intereses, ya que ha aprovechado una oportunidad de emisión que le ha supuesto financiarse 12 puntos básicos por debajo del nivel al que emite en euros.

Ello supone un ahorro de intereses cercano a los 4,5 millones de euros. Este nivel de emisión equipara la rentabilidad del nuevo bono en dólares español al nivel cotizado por el bono alemán recientemente emitido en dólares.