Así se desprende del análisis de la consultora difundido este miércoles de cara a los test de estrés, que se realizan cada dos años. Su estimación es que estos puntos fuertes compensarán parcialmente la severidad del escenario que plantee el BCE para medir el comportamiento de la banca y el impacto en su capital y que estará más marcado por la geopolítica.

Alvarez & Marsal prevé que la pérdida de capital CET1 promedie entre 400 y 450 puntos básicos en comparación con los 459 puntos básicos de 2023, “lo que confirma la sólida solvencia y los colchones de capital de los bancos europeos tras el estrés”.

El impacto de la reexpresión de la normativa de capital Basilea IV será "significativo", de 125 puntos básicos a restar del nivel de capital CET1 promedio para los grandes bancos globales, aunque será “manejable”.

Según la consultora, los bancos demostrarán una mayor flexibilidad de capital y una mayor capacidad para distribuir dividendos y hacer recompras.

También señala la preocupación por los riesgos de la llamada ‘banca en la sombra’ y que los supervisores tienen intención de lanzar pruebas de resistencia para alcanzar esas entidades menos reguladas como los ‘hedge funds’ o el ‘private equity’.

Alvarez & Marsal recoge la desafección de la banca con el proceso de control a través de los test de estrés porque no tiene en cuenta resultados internos y considera necesario cambiarlo.