Gallego, que vestía ropa de deporte y que en ningún momento se quitó las gafas de sol que llevaba puestas, respondió con contundenccia a las preguntas del fiscal, José Carlos Jaramillo, negando en todo momento ser el autor de los hechos. "Yo estoy convencido", dijo, "de que no hay nada que pueda acusarme de que yo a esa chica la hice algo o la maté".

Gallego afirmó que sólo se declaró culpable a instancias del juez Manuel García Castellón, que en el momento de tomarle declración por otras violaciones, por las que fue condenado a 107 años de cárcel, mandó salir de su despacho al abogado, al secretario y a la policía judicial. Una vez solos le propuso, según Gallego, que se declarase culpable de este crimen a cambio de determinados favores.

"Me dijo que intercedería por mí, como hizo por otros presos, para que ingresara en un centro psiquiátrico, y que no iría a la cárcel", señaló, "e incluso me habló de proporcionarme una prótesis capilar para cambiar mi aspecto físico"

Asimismo, Gallego Fernández señaló que el juez le dijo que tenía prisa, porque iba a Madrid, pero que si no podían ir a tomar una cerveza.

El acusado reconoció haber estado en Viana de Cega -lugar del crimen- en el mes de julio de 1992, pero "no recuerdo qué día", dijo, así como haber paseado por el pinar donde fue hallado el cadáver con un perro que nadie vio.

Gallego declaró ante el tribunal, presidido por el magistrado José Miñambres, que la declaración "me la dieron hecha en los juzgado y sólo la firmé, y la firmé porque tenía mucho por detrás, aunque no fueran homicidios y no sabía lo que me iba a acarrear, como un ahogado se agarra a un clavo ardiendo".

POLICIAS Y TESTIGOS

Sin embargo, los 10 testigos y 9 peritos, entre ellos los forenses que llevaron a cabo la autopsia de Leticia Lebrato, desmontaron los argumentos del acusado.

Un miembro de la policía judicial que acompañó a Gallego y al juez de instrucción a reconstruir los hechos en el pinar declaró que fue el acusado e que dirigió la reconstrucción de los hechos en el pinar, sin que le indicara nada. Incluso "pidió perdón por el crimen".

Por su parte, un vecino de Viana de Cega que fue requerido por el violador para ayudarle a sacar su vehículo, atascado en la arena del pinar, señaló que "me dijo que había venido a pasar el día en el río con su mujer y un perro, pero cuando llegamos allí no había mujer ni perro".

"Cuando oí dónde se había encontrado el cuerpo de la chica, hilvanándolo todo le dije a mi mujer:ver si ha sido este señor", agregó, "y fuimos a hacer la denuncia a la una de la mañana".

La fiscalía y la acusación particular ratificaron al final de la sesión sus peticiones de penas de 41 y 62 años de cárcel, respectivamente. El juicio se reanudará el sábado por la mañana.