Biodiversidad
Los tiburones tienden a ser de tamaño mediano y nadar en menos hábitats
- Según un estudio
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Las poblaciones actuales de tiburones perderán gran parte de su variedad si continúan las tendencias actuales de extinción, lo que amenaza los ecosistemas donde especies especializadas cumplen funciones vitales, y tenderán a ser de tamaño mediano.
Asi lo sugiere un estudio liderado por la Universidad Stanford (Estados Unidos) y publicado este miércoles en la revista ‘Science Advances’.
Al merodear por los océanos de la Tierra durante más de 400 millones de años, los tiburones han evolucionado hasta convertirse en un grupo diverso. Como se transmite popularmente en los libros infantiles, varían en tamaño desde tiburones linterna enanos (del tamaño de la palma de la mano) hasta tiburones ballena (tan grandes como un autobús escolar).
Los tiburones blancos, los tiburones martillo y muchos otros desempeñan funciones ecológicas clave como superdepredadores en la cima de la cadena alimentaria.
Según investigaciones previas, un tercio de las 500 especies de tiburones de la Tierra están al borde de la extinción, en gran parte debido a la actividad humana.
El nuevo estudio dirigido por la Universidad Stanford revela que las especies más amenazadas tienden a tener fisiologías poco comunes y roles ecológicos especializados, que son, en general, las que viven en la superficie del océano o en sus profundidades más profundas.
MÁS PARECIDOS
La pérdida de estas especies por extinción disminuiría la diversidad de rasgos hasta que la variedad de tipos corporales y hábitats de los tiburones se reduzca a solo tiburones de tamaño mediano en una estrecha franja de profundidades oceánicas.
“Si se producen estas grandes extinciones de tiburones, estos se volverán más parecidos y simplificados, y el resultado será un mundo más aburrido y con menos diversidad de formas”, según Mohamad Bazzi, investigador postdoctoral en Ciencias de la Tierra y Planetarias en la Escuela de Sostenibilidad Doerr de Stanford.
Como se ha documentado en otros hábitats, la pérdida de diversidad de rasgos en grupos de especies clave puede tener consecuencias de gran alcance. Por ejemplo, la reducción global de las especies de buitres está dañando los ecosistemas y el aumento de las poblaciones de erizos de mar está poniendo en riesgo los arrecifes de coral y afectando la pesca.
“Esta erosión generalizada de las morfologías únicas de los tiburones significaría que muchas características distintivas de cada especie, así como las funciones que desempeñan en un ecosistema determinado, desaparecerían”, según Jonathan Payne, profesor de Ciencias de la Tierra y Planetarias en la Escuela de Sostenibilidad Doerr de Stanford.
DIVERSIDAD DISMINUIDA
Para el estudio, los investigadores de Stanford consultaron la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la red de conservación más grande del mundo, e identificaron un género de tiburón en peligro considerable: ‘Carcharhinus’.
De las 35 especies de ‘Carcharhinus’ reconocidas por la UICN, 25 se consideran ‘vulnerables’, ‘en peligro’ o ‘en peligro crítico’. El tiburón toro y el tiburón oceánico de puntas blancas son dos de los miembros más grandes, conocidos y en riesgo de este género.
Para buscar patrones no aleatorios de sesgo de extinción, los investigadores realizaron un análisis estadístico de la forma y la estructura de más de 1.200 dientes de 30 especies actuales de ‘Carcharhinus’ documentadas en la literatura científica.
Los dientes de tiburón sirven como un indicador fiable del tamaño y la dieta general de una especie. Por ejemplo, su tamaño generalmente se correlaciona con el tamaño corporal, mientras que la forma y las características de los bordes, como las dentaduras, pueden revelar la elección de presas de los tiburones.
Los científicos descubrieron que las especies con mayor divergencia física y ecológica también tendían a ser las que presentaban un mayor riesgo de extinción. Las de tamaños más cercanos al promedio (de 0,9 a 4,5 de largo) y dietas generalistas tienden a estar menos amenazadas que las especies con dietas más especializadas y cuerpos adaptados a nichos ecológicos.
Por ejemplo, los tiburones más grandes se benefician de su corpulencia al tener un menor riesgo de depredación, pero también deben obtener suficiente alimento para mantener su volumen.
“Con esta enorme pérdida de rasgos de tiburón, los humanos estaríamos deshaciendo todo este trabajo evolutivo que se ha realizado durante millones y millones de años. Al deshacer todo este trabajo, no solo estamos perdiendo cosas que nos dan alegría, sino también posibles soluciones evolutivas prácticas a problemas, como tratamientos para enfermedades o el conocimiento de nuevos materiales”, apunta Payne.
EJEMPLOS ALENTADORES
Sin embargo, la historia reciente ofrece numerosos ejemplos alentadores en los que la captura directa de un grupo animal prácticamente se detuvo y las poblaciones se recuperaron espectacularmente.
Un ejemplo claro es el elefante marino del norte, que antes era sacrificado regularmente para obtener grasa para lámparas de aceite. A finales del siglo XIX, solo sobrevivía una población de solo 20 individuos frente a Baja California.
Hoy en día, un siglo después de que Estados Unidos y México prohibieran la caza de elefantes marinos, más de 150.000 individuos habitan las aguas de la Costa Oeste, cumpliendo su función crucial como depredadores superiores que regulan la sobrepoblación de presas y ayudan a distribuir nutrientes para promover una mayor biodiversidad y un ecosistema más resiliente.
(SERVIMEDIA)
29 Oct 2025
MGR/clc


