El dirigente empresarial matizó que esta tendencia dependerá también de la evolución que sigan los tipos enlos países de nuestro entorno, máxime en la medida en que existen unos compromisos derivados de los criterios de Maastricht.

Según Gil, la elaboración de unos Presupuestos Generales del Estado de carácter restrictivo tendrá un impacto positivo en la reducción de los tipos de interés, en la medida en que comporten una reducción del déficit público. Sin embargo, destacó que el Gobierno debe conseguir que los presupuestos que proponga sean "creíbles" para los distintos agentes económicos.

Arturo Gilno quiso entrar a proponer una fórmula concreta para conseguir la reducción del déficit público que impone el cumplimiento de los criterios de Maastricht y que, en la práctica, supone una reducción mínima de 1 billón de pesetas para 1997.

"Las decisiones que tome el Gobierno en este sentido serán de carácter político, y tendrá que exprimirse la cabeza, junto con sus socios políticos, para encontrar las fórmulas adecuadas", concluyó Gil.