Según informaron hoy fuentes dela Jefatura Superior de Policía, los hechos comenzaron a las 8.30 de la mañana cuando una persona, que no se identificó, alertó al Cuerpo Nacional de Policía sobre una reyerta que se estaba produciendo en Los Olivos.

Sin embargo, los agentes policiales que acudieron al lugar no observaron que sucediera nada raro, el barrio estaba en calma y la dotación policial decidió vigilar la zona.

Sobre las once de la mañana, los funcionarios escucharon varias detonaciones y descubrieron a un hombre que dispraba con una arma de fuego en cada mano, a otro que trataba de refugiarse tras una furgoneta. Los agentes corrieron tras el agresor que, al verlos, tiró el revolver y la pistola que portaba.

En el momento en que los funcionarios trataban de detener a ese individuo, numerosas personas comenzaron a salir de las casas cercanas y, armadas con hachas, palos, garrotes y otros objetos contundentes, trataron de agredir al pistolero y a los agentes, que realizaron varios disparos intimidatorios y pidieron refurzos para salvaguardar su integridad física.

Finalmente, los policías lograron trasladar al arrestado a la comisaría de Chamartín, donde le identificaron como Bernardo C.C., de 38 años, que pasó a disposición judicial. Cuenta con antecedentes policiales por posesión de armas, lesiones y robo con intimidación. Los agentes policiales también detuvieron, por su participación en los hechos, a la esposa de Bernardo, Amparo.

En un rastreo del barrio posterior a las detenciones, los policías localizaronuna furgoneta Ford Transit propiedad de Bernardo, en cuyo interior encontraron una camiseta con manchas de sangre que parecían recientes.

El Grupo de Delincuencia Urbana de la comisaría de Chamartín trataba hoy de esclarecer el motivo de la pelea entre los dos clanes, mientras las versiones de los implicados y testigos seguían siendo contradictorias.

Los "Contreras" residen en la Avenida de Guadalajara, del distrito de San Blas, mientras que los "Porrinches" viven en el propio barrio de los Olivo.