Según explicó Juan Manuel López, delegado de los trabajadores, ese plan es su contribución a la campaña que han organzado los distintos sectores del libro, junto con el Ministerio de Cultura, con el objetivo de poner el libro de moda y crear nuevos lectores.

"Mantener las publicaciones de la editorial en la línea de rigor que ha establecido desde su creación, en 1967, ampliandola a nuevos lectores y haciéndolo con recursos propios, es el objetivo del plan alternativo", indicó López.

Los trabajadores confían en que, al igual que la autoridad laboral ha comprendido sus argumentos para no admitir el expediente de egulación, la mayoría de los accionistas apoyen el esfuerzo de todos los que componen la plantilla de la editorial, para mantener el rigor intelectual, el compromiso social y la viabilidad económica de la empresa.

La junta general, que se celebrará el próximo día 11, fue solicitada por un grupo de nueve accionistas que se oponían a la regulación de empleo. En la reunión se estudiará el futuro de la editorial.

Todos ellos son partidarios de que la editorial mantenga su actual plantilla y continúe on su línea de rigor intelectual, así como con su capital político, social y económico.