Los trabajadores y sus familiares se encuentran concentrados desde el pasado Jueves Santo en una caseta de feria, donde realizan turnos de 25 personas para vigilar cada ocho horas. Los afectados pretenden así dar a conocer su problema a la opinión pública y controlar la posible salida de maquinaria o material básico parael mantenimiento de la actividad laboral en la fábrica.

"Estamos en lucha por un puesto de trabajo", explicó Fernández Lara", quien agregó que "una empresa con 2.300 millones de pesetas de beneficio se quiere marchar de España. Que la gente se dé cuenta del gran sacrificio que hay que hacer en la familia y dejarlo todo para estar aquí en las circunstancias que estamos. Nos han negado el agua, la luz y el teléfono y estamos en una forma muy precaria. La empresa no nos quiere dar nada".

El próximo iércoles la dirección de la multinacional norteamericana en España y el comité de empresa mantendrán una nueva reunión para tratar del cierre de la fábrica y abordar el plan de inversiones que la empresa firmó el pasado noviembre y por el que se comprometía a invertir más de cien millones de pesetas y hacer sólo una reducción de nueve puestos de trabajo.

Fernández Lara indicó que los trabajadores exigirán el mantenimiento de los 242 puestos de trabajo en la negociación. El comité de empresa no cederá i un solo empleo porque considera que la factoría es viable. Por ello, entregarán a la dirección unos estudios económicos que avalan su criterio. Los trabajadores quieren que Gillette se acoga a un plan de ayudas de la Junta para garantizar una mayor competitividad en su producción.