La fuente estará cubierta de junio a diciembre de 2026, si no surgen contratiempos, para pasar por taller como ya lo hizo su vecino Neptuno. Los trabajos previos, señaló la delegada, fueron “exhaustivos” y se exploró “cada pequeña fisura en la que hay que intervenir”.

Tras la restauración se espera recuperar la fuente “por mucho tiempo”. Asimismo, Rivera de la Cruz avanzó que igual que se hizo con Neptuno se está cerrando una colaboración público-privada para sufragar parte de los gastos a través de una lona publicitaria para que el coste íntegro de los trabajos “no salga del bolsillo de los madrileños”.

“Venimos de unas épocas en las que las grandes multinacionales, las empresas grandes y pequeñas, pues a lo mejor se implicaban mucho con grandes eventos deportivos y el pensar que se pueden implicar también en la preservación y cuidado del patrimonio, creo que es un paso adelante que hay que fomentar”, aseguró.

Preguntado por si quizá se pueda poner “celoso” el dios Neptuno que ya contó con una lona de diseño, replicó que cada dios “tiene su personalidad y su carácter”, aunque “como no se ven” y ha “mucho árbol” entre ellos en el paseo del Prado “no va a haber problema de envidias”. Insistió en que el Ayuntamiento tiene “muy en cuenta el lugar de paso y que lo van a ver miles y miles de personas que vengan de visita”.

Los trabajos no prevén ninguna afección a la movilidad. Y Rivera explicó que el Ayuntamiento, “aunque es muy difícil”, está estudiando que se puedan “visitar los trabajos de restauración”. “Va a ser complicado, porque claro, estamos hablando de una fuente que está en una isla, pero vamos a ver cómo podemos hacerlo para que por lo menos algunos ciudadanos, igual que hicieron con la Puerta de Alcalá, con la portada de del Museo de Historia de Madrid, pues puedan ver de cerca unos trabajos para que sean testigos también de la dificultad, de la exquisitez y de la importancia de hacer esos trabajos”, concluyó.