En concreto, De la Roza dijo que la principal discrepancia del sector es que se haya introducido como falta muy grave superar en un 50% las horas de conducción, aminorando un 50% las horas de descanso. Hay que recordar que la nueva ley supone la retirda del carné de conducir para los que cometan tres faltas muy graves en dos años.

A su juicio, se produce una "absoluta discriminación" entre los conductores que están sujetos, bien por normativa o bien por condiciones técnicas del vehículo, a llevar tacógrafo y quienes no lo llevan, ya que a estos últimos no se les puede controlar el tiempo de conducción. Subrayó que esta discriminación ya no se produce sólo entre conductores profesionales y no profesionales, sino entre profesionales que lleven distitos vehículos.

La otra objeción de De la Roza a la nueva ley es cómo quedará finalmente en el reglamento lo relativo a la recuperación del carné de conducir cuando ha sido retirado. "Estamos muy empeñados en que las asociaciones empresariales, a través de sus centros de formación, puedan ser centros donde se recuperen los conocimientos y la mentalización de los conductores", afirmó.

Según el responsable del CNTC y de Conetrans, este proceso para recuperar el carné de conducir debe ser absolutamene gratuito y debe adecuarse a los centros de trabajo, porque "hay que tener en cuenta que los ingresos de estos conductores dependen de ejercer su profesión".

Para De la Roza, si el Gobierno atiende a esta demanda, el sector podría dar como "eficaces" y "positivas" las medidas recogidas en la nueva Ley de Seguridad Vial, porque, "en todo caso, nosotros lo que queremos es apostar por la seguridad; y aquí la gente se está jugando la vida y las empresas".

"Todo lo que revierta en favor de la seguridd, vamos a apostar claramente por ello. Otra cosa es que estas dos cuestiones, nos preocupan. Hemos mejorado bastantes cosas con relación a los primeros borradores de la nueva ley, pero estas dos cosas no", concluyó.