Estos objetivos figuran en el Plan Estratégico de Humedales 2022-2030, presentado este miércoles por Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Esta presentación, celebrada en Madrid, coincidió con el Día Mundial de los Humedales, en recuerdo de la fecha de adopción de la Convención sobre los Humedales en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio. Hoy se cumplen 51 años de la firma de ese tratado internacional.

España ocupa la tercera posición de la clasificación mundial de países con mayor número de humedales reconocidos de importancia internacional, con un total de 76, sólo superada por Reino Unido (175) y México (142), y el Parque Nacional de Doñana es el más emblemático de todos, con una superficie de 111.646 hectáreas.

“Los humedales son especialmente valiosos en un país tan árido como es España, en el que los aproximadamente 2.000 humedales existentes albergan una biodiversidad extraordinaria y cumplen muy destacados servicios ecosistémicos”, subrayó Ribera.

Según los datos del Inventario Español de Zonas Húmedas, cerca de la mitad de los humedales españoles se encuentran conservados o bien conservados y la otra mitad (48,8%) están alterados o muy alterados. Desde principios del siglo XIX ha desaparecido al menos el 60% de la superficie húmeda original de España. Por ello, Ribera apuntó que “hay humedales españoles extremadamente amenazados”. “Urge tomar medidas ambiciosas para asegurar su protección”, añadió.

PROTEGER, CONSERVAR Y GESTIONAR

A partir de este análisis de la situación actual, el nuevo Plan Estratégico fija los objetivos y medidas concretas que deben aplicarse en estos ecosistemas para lograr que en 2030 se haya avanzado de forma significativa en la defensa y recuperación de las zonas húmedas de España.

El documento se remitió este miércoles al Comité Español de Humedales, en el que están representadas las comunidades autónomas, donde se debatirá su contenido y se añadirán las aportaciones de las partes implicadas, antes de su aprobación en los próximos meses.

Durante su intervención, Ribera señaló que con el Plan se emprende un “proceso ambicioso” para salvaguardar y recuperar unos ecosistemas que son parte esencial del patrimonio natural español y que proporcionan “beneficios y servicios necesarios” para el bienestar social.

El Plan Estratégico incluye medidas para mejorar el conocimiento sobre los humedales para que en 2030 todos estén incluidos en el Inventario Español de Zonas Húmedas y que ningún humedal protegido se encuentre en un estado de conservación desconocido.

Del mismo modo, se espera que a lo largo de esta década se implanten adecuadamente medidas para la conservación y restauración de las especies y los hábitats de zonas húmedas.

Otra de las prioridades del plan es revertir el estado de degradación de algunos enclaves significativos como la laguna de La Janda (Cádiz), la laguna de Antela (Ourense) o el Mar de Campos (Palencia).

“Debemos iniciar antes de 2030 la restauración de los principales humedales que se han perdido en el pasado reciente y alcanzar en este periodo la recuperación de, al menos 20.000 hectáreas de zonas húmedas”, recalcó Ribera.

Para impedir que continúe el deterioro de estos espacios, en 2025 se elaborarán y aprobarán estrategias de gestión y control de las especies exóticas invasoras que afectan a los humedales españoles.

La presentación del Plan Estratégico de Humedales 2022-2030 contó también con la participación de Elena Pita, directora de la Fundación Biodiversidad; Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife; Félix Romero, director general de Medio Natural y Biodiversidad de Castilla-La Mancha, y María José Viñals, catedrática de la Universidad Politécnica de Valencia.