Fuentes de la Policía Municipal explicaron a Servimedia que los refugiados, en su mayoría hombres, y todos elos con edades comprendidas entre 25 y 30 años, proceden de países como Angola, Zaire, Nigeria, Ghana, Camerún y la República Sudafricana.

Cinco de ellos tienen pendientes órdenes de expulsión de nuestro país y en el grupo se encontraba también una mujer y su hijo de dos meses y medio de edad, quienes viviían en unas condiciones infrahumanas, en medio de tablas y residuos de todo tipo.

La actuación, en la que participaron varias dotaciones de la Unidad de Protección Ciudadana (UPC) de la Policía unicipal, se produjo a raíz de la información obtenida por los agentes, que en las últimas semanas había detectado la presencia de un buen número de inmigrantes en las citadas naves, situadas en la calle Cerro de la Plata.

Los funcionarios, que contaron con el apoyo de dos perros adiestrados en la detección de drogas, identificaron a los moradores, aunque no encontraron sustancias estupefacientes. Un buen número de ellos, que no pudo ser precisado por la policía, sí se encontraba en situación legal. En el interior de las naves los africanos habían construido varios chamizos y camastros con cartones, madera y chapas metálicas, para protegerse del frío.

Por otra parte, la mujer y su hijo de dos meses y medio fueron trasladados a un albergue municipal por orden del juez. Ella tiene pendiente una orden de busca y captura.