Los convenios supondrán una inversión superior a los 230 millones de pesetas, de los cuales 160 los aporta el Gobierno de Castilla-La Mancha, 40 la Fundación ONCE y 28 los municipios.

El vicepresidente primero ejecutivo de la Fundación ONCE, Rafael de Lorenzo, animó tras la firma de los convenios al resto de municipios de la comunidad autnoma a que se sumen a la iniciativa tomada por los ayuntamientos firmantes, para conseguir la eliminación de barreras en los cascos urbanos.

El dirigente de la Fundación ONCE reconoció que Castilla-La Mancha es una de las regiones españolas más sensibles en lo que se refiere a la integración de los minusválidos en la sociedad.

De Lorenzo aseguró que como responsable de la fundación, "es la primera vez que tengo la posibilidad de participar en un acto en el que están presentes un número tan alto d representantes de instituciones implicadas en esta labor de integración".

Por su parte, el consejero de Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Francisco Belmonte, destacó en la firma de los convenios el trabajo que ha venido desempeñando la ONCE en los últimos años en la consecución de una meta tan importante como es la integración de las personas que sufren discapacidades.

Belmonte solicitó a los responsables de los municipios firmantes que no sólo eliminen barreras, sino que no las levanten apartir de ahora. Además, les recordó que en Castilla-La Mancha ha entrado en vigor una ley de accesibilidad y de eliminación de barreras arquitectónicas.

Tanto el Gobierno regional como la Fundación ONCE se han comprometido a seguir facilitando al resto de municipios de la comunidad autónoma este tipo de convenios para retirar todos los obstáculos físicos que impiden el normal desenvolvimiento de los discapacitados.