Los menores, ue fallecieron por asfixia como consecuencia de los gases pestilentes que emanaban del agua de la cisterna, eran David Lacuna Lleixa, Jordi Segarra Barcelona y Joaquín Vidal Rufart.

Según algunos vecinos del municipio, aunque el pozo tiene poca profundidad, no está señalizado. No obstante, varios amigos de los tres niños muertos aseguraron que éstos habían construido una "casita" cerca de la cisterna donde pasaban muchas tardes.

Las víctimas habían desaparecido de sus respectivos domicilios unas oras antes de que fueran encontradas por las fuerzas del orden, que iniciaron la búsqueda, ayudados por decenas de vecinos de Gandesa, después que las familias avisaran de la desaparición.

Algunos compañeros de las víctimas señalaron que los tres niños se habían separado de un grupo de amigos con los que habían salido a pasear.

Al parecer, los tres fallecidos, tras discutir con el resto de los chicos, habrían decidido, según sus amigos, acudir al pozo, porque "querían hacer algún experimento con l agua".

La escuela pública de Gandesa, donde estudiaban David, Jordi y Joaquín, permanecerá cerrada hoy durante todo el día, en señal de luto.