La sentencia se refiere al concurso de licitación convocado a finales de 1994, al que se presentaron tres proyectos empresariales. Dos de ellos fueron admitidos al proceso mientras el tercero fue excluido al no reunir condiciones como disponer de un local para ubicarlo, tener suficiente poder de representación o conar con una escritura de constitución de la sociedad promotora y sus estatutos.

Los solicitantes que fueron excluidos recurrieron esta decisión al Departamento de Interior del Ejecutivo vasco, que mantuvo su posición, y posteriormente ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

El TSJPV desestima ahora este recurso y ratifica así la legitimidad de la adjudicación a una de las empresas que llegaron al final del proceso, la sociedad Casino Gran Nerión, que desde entonces se ha hecho cargo de estas instalaciones.