A esta primera manifestación seguirán una serie de protestas de movimientos sociles, partidos progresistas y diversas organizaciones que quieren dejar clara su preocupacion "por el futuro de un mundo globalizado".

En las convocatorias de las protestas, estos grupos piden que la globalización no se base únicamente en "corporaciones transnacionales y beneficios por especulaciones financieras", sino también en la consecución de una Europa social, democrática, pacífica y justa.

Los convocantes recuerdan además que la Unión Europea "influye enormemente en las posibilidades de desrrollo de otras naciones, especialmente en lo relativo a las cuestiones comerciales", y acusan a las grandes compañías de llevarse todos los beneficios de un mundo liberalizado a costa de los trabajadores, de los países pobres y del medio ambiente.

Reivindican, por ello, un mayor control democrático sobre las grandes empresas e instituciones con una mayor influencia de los países del Tercer Mundo, un comercio mundial justo, eliminando los subsidios comunitarios a las grandes multinacionales y a las inustrias agrícolas, perdonando la deuda externa a los países pobres y prohibiendo las patentes "bio", entre otras medidas.

Para reclamar todo ello, invitan a los ciudadanos europeos a que se manifiesten de forma pacífica durante la tarde del 6 de septiembreen en Brujas y protesten democráticamente contra "la organización y procesos de negociación cerrados y poco democráticos" de la Unión Europea.