Los contratos incluyen la prestación de servicios de construcción de una planta de hidróxido de litio para Albemarle, compañía “líder de la industria en litio y derivados del litio”, que estará situada cerca de Bunbury y generará hasta 400 puestos de trabajo durante la fase de construcción, así como unos ingresos para UGL que ascienden a 300 millones de dólares australianos (unos 180 millones de euros).

Esta planta de hidróxido de litio permitirá a Albemarle expandir sus operaciones mediante la construcción de dos trenes de procesamiento adicionales en su planta de Kemerton, con la pretensión de aumentar la producción hasta 100.000 toneladas métricas por año de hidróxido de litio, lo que se traduce en la fabricación de aproximadamente 2,4 millones vehículos eléctricos.

En paralelo, UGL informó también de que se ha garantizado cuatro contratos de suministro de energía en Australia occidental que generarán otros 300 millones de dólares australianos, aunque no dio detalles del objeto de estos acuerdos.

“Estamos orgullosos de aumentar nuestra presencia en Australia occidental y de participar en la expansión de la infraestructura de alta tecnología y la refinación de litio en Australia, contribuyendo a la construcción de una de las instalaciones de producción de litio más grandes del mundo. Este importante compuesto se utiliza para la electrificación del transporte, lo cual está alineado con nuestro enfoque en la movilidad sostenible”, declaró el consejero delegado de Hochtief, Juan Santamaría.