UGT recalca que, en su opinión, los Colegios Profesionales deben seguir existiendo, pero regulados por una nueva ley que defina claramente sus fines y funciones, y que permita una mayor democratización interna y apertura hacia la sociedad.

Para UGT, con la actual Ley de Colegios Profesionales, promulgada en 1974, la obligatoriedad de la colegiación "genera más trabas al ejercicio profesional que los problemas que soluciona: por ejempl, la imposibilidad de puesta en marcha de nuevas oficinas de farmacia, monopolizado por los colegios, que choca con la libre creación de empresa".

El sindicato entiende que los colegios profesionales no dan una clara respuesta a los problemas éticos y deontológicos, "aportando en ocasiones una visión sesgada y corporativa de los problemas".