Así lo indicó la vicepresidenta de la Asociación de Víctimas de la DANA 29 de octubre durante su intervención en la comisión de investigación en el Congreso sobre la dana, donde señaló que “la conmoción, el gran impacto del desastre, del caos” de esa fecha sigue “instalada en nuestros cuerpos y en nuestras mentes”.

Continuando con el presidente valenciano, criticó que “estaba lo suyo, por eso no atendió al pueblo valenciano ni sus responsabilidades”. “No estaba lo suyo, ni lo estuvo los días previos, ni lo estuvo ese día, ni lo ha seguido estando todo ese tiempo porque sigue estando lo suyo, protegiéndose”, reprobó.

Puchades preguntó cómo pueden los afectados “recuperar la confianza, tranquilidad, paz y seguridad necesarias si la esfera política ignora”, “banaliza” y sigue “sin escuchar ni atender” a las víctimas”. "¿Cómo recuperar la confianza necesaria para seguir adelante si no se reconocen sinceramente y asumen los errores y las responsabilidades de manera veraz y clara?”.

El 29 de octubre del año pasado, aseguró, “fuimos afectadas por un fenómeno meteorológico, por la mala gestión de los que días anteriores minimizaron e ignoraron toda información que ya estaba al alcance de todos” y “somos víctimas” de “un modelo territorial que antepone el beneficio de unos pocos frente al bienestar general”.

“BAJEZA POLÍTICA”

A su juicio, “la realidad de lo vivido nos obliga y les obliga” a ”un análisis honesto, a investigar la gestión del retraso de las alertas en todos” y responder a “todos y cada uno de los porqués que propiciaron el desastre y determinar hasta qué punto las estructuras, la planificación y ordenación actual son adecuadas para hacer frente a la realidad climática”.

Puchades deploró que los afectados por la dana viven “escandalizados” al comprar “día a día” que toda su “tragedia” ha sido escalada a “meros cálculos interesados y partidistas”. “Es vergonzoso comprobar la bajeza de quienes en política solo calculan y buscan el poder y no el servicio público”, afeó.

Dirigiéndose a los diputados, les pidió que, desde “su privilegio como políticos, eleven sus pensamientos y miradas, abran, compartan sus cuotas de poder con la ciudadanía organizada” para “transformar este sistema y modelo incapaz de solucionar los problemas que enfrentamos, las amenazas de desigualdad, los abusos, odios y violencias como la precariedad”.

También les exigió que “dejen de crear relatos paralelos, dejen de mentir, dejen de adecuar el relato a sus conveniencias”, ya que “sabemos informarnos, conocemos los hechos, conocemos las decisiones”. “Tengan la dignidad, por favor, de empezar a generar confianza, la que necesitamos para seguir habitando el territorio que habitamos”, solicitó.

TESTIMONIO

A su vez, habló para transmitir “las vivencias de las personas que ya no pueden alzar su voz. Las personas de la zona cero, familiares de víctimas mortales y afectados físicos y materiales, vecinos y vecinas que vivimos con estupor las consecuencias políticas incompetentes y negligentes que cuestan vida”.

Relató su propia experiencia, explicando que el 29 de octubre de 2024 sobre las 20.45 horas el agua “ya venía”, pero solo llegó la alerta “a los teléfonos”, no hubo “ni megafonías” en los barrios, ni “en las redes de alcaldías pedáneas, ni del Ayuntamiento de Valencia”. Se vio “rodeada de agua y barro” y “no podía dar crédito”.

En las horas siguientes, explicó, sacó el agua y barro del interior de su casa “con el llanto y amargura” que le provocaban las noticias y las imágenes recibidas y aseguró que el amanecer solo trajo “silencio, la confirmación y magnitud del desastre, la desolación y abandono, la falta de respuesta rápida de quien tenía que cuidarnos, el caos vivido esa noche y los días posteriores con el sentimiento amargo de no haber podido evitarlo”.