Un informe realizado por AUME conjuntamente con la Sociedad Española de Control del Tránsito Aéreo (Sodecta), que agrupa a estos controladores militares, recoge "las deficiencias de la gestión de tráfico aéreo civil en el ámbito del Ministerio de Defensa".

El estudio pone de manifiesto "deficiencias reales" que están "poniendo en riesgo un alto número de pasajeros, medios materiales y, en general, la seguridad aérea de gran parte del espacio aéreo español"

AUME reclama que las administraciones e instituciones implicadas con competencias tomen conciencia y asuman su responsabilidad para "solventar o minimizar" dichas deficiencias.

Según informaron a Servimedia fuentes de AUME, todos los aspectos recogidos en este documento ya han sido denunciados en reiteradas ocasiones tanto al Ministerio de Defensa como a AENA, para advertir de estos riesgos.

AUME reclama con la publicación de este estudio que los militares dejen de controlar el tráfico civil y que, a la vez, se les reconozca la labor que realizan con los vuelos militares. También quieren que se les otorgue la licencia que los acredita como controladores aéreos, con los consecuentes derechos laborales que tienen los controladores civiles.

Los militares controlaron, en lo que va de año, más de 48.000 operaciones de vuelos civiles en los que viajaban 1.611.144 personas que, según el estudio de AUME, corrían "peligro" por las "condiciones lamentables" del trabajo.

Estas operaciones se realizan principalmente en el aeropuerto de San Javier (Murcia), pero también en los de Villanubla (Valladolid), Zaragoza, Talavera la Real (Badajoz), Los Llanos (Albacete) o León.

El documento detalla que el trabajo de los controladores militares aéreos cuenta con jornadas excesivas de trabajo, plantillas escasas, problemas en las infraestructuras y carencias en la formación.

En este sentido, indica que el nivel medio de inglés entre los controladores militares es "bastante deficiente", dándose numerosos casos en los que la casi totalidad de la plantilla de una dependencia de control no tiene reconocido un nivel lingüístico.