Los hechos se produjeron en 1995, cuando Jesús Busquets Tubert acudió a una fiesta con más de mil personas que se celebraba en la discoteca "La Nana" de Banyoles, en Gerona, propiedad de la sociedad Promociones Artísticas y Culturales Plá de L'Estany S.L.

El hombre se encontraba bailando en la pista de la discoteca cuando recibió el impacto de "un vaso de vídrio y otra cosa del mismo materil" que le provocó la pérdida total del ojo derecho. Según consta en la sentencia, "se desconocen los datos referentes a la trayectoria seguida por el objeto arrojado, así como la identidad de la persona que realizó la acción y si ésta fue intencionada o negligente".

Para el Supremo, lo de menos es qué objeto lanzaron a la víctima y quién, sino que se produjo un accidente dentro del local, donde no se tomaron las medidas necesarias para impedir lo evitable.

Dicen los magistrados que el estableciminto, con más de mil personas dentro y sin las debidas precauciones elementales de vigilancia y de recogida de vasos, copas, botellas o ceniceros ya usados era un "crisol apto o idóneo para cualquier clase de accidente".

Asimismo, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo recuerda que "la persona o entidad que como titular jurídico utilice una vivienda o local tiene el deber de controlar lo que ocurre en su recinto".

Con estos argumentos, el Alto Tribunal confirma la sentencia dictada por la Audienia Provincial de Gerona, por la que se condenó a la sociedad titular de la mencionada discoteca, Promociones Artísticas y Culturales Plá de L'Estany S.L., y a Sabadell Aseguradora a indemnizar con 14.467.250 pesetas a la víctima.