Medio ambiente

Una ‘piel’ de costras biológicas protege la Gran Muralla China contra la erosión

MADRID
SERVIMEDIA

La Gran Muralla China, una de las estructuras más emblemáticas e históricas construidas por la humanidad, cuenta con un aliado contra la erosión: las costras biológicas de cianobacterias, musgos y líquenes.

Esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de China, España y Estados Unidos, y publicado en la revista ‘Science Advances’.

La Gran Muralla China está altamente expuesta a la erosión de la lluvia y el viento, lo cual conlleva un importante deterioro de la estructura. Sin embargo, secciones completas están siendo colonizadas por vegetación, en especial por costras biológicas de cianobacterias, musgos y líquenes, sobre todo en la región árida y semiárida por donde transcurre.

“Tradicionalmente la vegetación se ha percibido como perjudicial en la conservación de monumentos debido al deterioro causado por la actividad de las raíces y la biodegradación", indica ”, según Manuel Delgado Baquerizo, líder del Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), y coautor de esta investigación.

Sin embargo, Delgado Baquerizo añade que el nuevo estudio "pone este principio en cuestión en el contexto de la Gran Muralla China y sugiere que las costras biológicas actúan como una piel protectora de este emblemático monumento”.

Grandes secciones de la Gran Muralla China fueron construidas con tierra apisonada. Actualmente, hasta dos terceras partes de los restos de esos lugares se encuentran cubiertos por costras biológicas.

“En los suelos de los ecosistemas terrestres, las costras biológicas ayudan a mantener la estabilidad del suelo y proporcionan un sinfín de servicios ecosistémicos como el secuestro de carbono y la fertilidad del suelo en zonas áridas y semiáridas”, indica Delgado Baquerizo.

600 KILÓMETROS

Los investigadores analizaron una sección de 600 kilómetros de la Gran Muralla China y compararon la erodabilidad de la tierra apisonada cubierta y desprovista de costras biológicas usando ensayos mecánicos en el laboratorio.

El estudio demuestra el papel fundamental de las costras biológicas en la lucha contra la erosión de la Gran Muralla China.

En comparación con la tierra apisonada desprovista de costras, la sección cubierta de biocostra redujo la porosidad y la erosionabilidad, al tiempo que aumentó la resistencia a la compresión y la estabilidad de los agregados de la misma.

“Las biocostras, de origen natural, cubren gran parte de la Gran Muralla y protegen de la erosión este patrimonio de la humanidad”, concluye Bo Xiao, investigador de la Academia de Ciencias de China.

(SERVIMEDIA)
26 Ene 2024
MGR/gja