Así lo subrayó este jueves la red en un comunicado emitido tras una reunión cuyo objetivo era “avanzar” en dicha “protección” y en la que participaron su presidente, Luciano Poyato, y la secretaria, Encarnación Pámpanas, además de la subdirectora de Coordinación Interinstitucional contra la Violencia de Género, Iztiar Abad Andújar.

En el transcurso de la sesión, el presidente de UNAD también incidió “específicamente” en que este tipo de cuestiones “deberían estar presentes” en la nueva Estrategia Nacional sobre Adicciones para que el tratamiento de estas “realidades” se haga “de una manera más planificada e integral”.

Además, la entidad expuso la importancia de formar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el fin de que sus efectivos puedan prestar una “adecuada atención” a las mujeres víctimas de violencia de género que, además, tienen problemas de adicciones.

En este sentido, recordó que ya trabaja con los agentes de las Unidades de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional para “acercar” la “realidad” del fenómeno de los usos de drogas y las adicciones en “interacción” con la violencia de género.

Asimismo, manifestó la necesidad de “incluir” en la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género a las mujeres con adicciones para que “dejen de ser las grandes olvidadas”.

MEJORAR LA PREPRACIÓN DE LOS EQUIPOS

Su presidente expuso, además, la “realidad” con la que trabajan las entidades de atención a las adicciones y el “alcance” de las actuaciones realizadas para “mejorar” la “preparación” de los equipos profesionales ante el “tratamiento” de la violencia de género.

“La violencia de género no es una etiqueta ni una categoría, es una realidad que está presente en instituciones y recursos de adicciones”, añadió, para recordar que más del 60% de las mujeres drogodependientes han sufrido violencia sexual por parte de los hombres durante su período de consumo, así como abusos sexuales durante su infancia y adolescencia.

En esta línea, resaltó la labor que realiza desde 2022 su Observatorio de Violencia de Género y Adicciones, órgano que en este tiempo ha elaborado un protocolo de detección de factores “implícitos” que busca “facilitar” la “identificación” de víctimas de violencia de género y un “modelo innovador” de atención para “mejorar la detección, coordinación y atención a las mujeres con adicciones víctimas de violencia de género”.

Por su parte, la delegada del Gobierno se comprometió con la entidad a “abordar” el “reto” de las adicciones y la violencia de género en mujeres “mejorando” la coordinación y haciéndola “más estable”, pero también elaborando protocolos que permitan “avanzar” en la atención de estas personas “a todos los niveles”.