Lo hizo a través de un comunicado después de que el ciclón haya tocado tierra en Catanduanes, donde viven más de tres millones de personas, causando inundaciones, deslizamientos de tierra y desplazamientos.

La organización de protección a la infancia de la ONU deslizó que el ciclón ha podido causar, al menos, 72 fallecidos, una cifra aún por confirmar. No obstante, destacó que en la Región Autónoma de Bansamoro en Mindanao Mulsulmán smás de 78.000 hogares están afectados por las inundaciones y los deslizamientos de tierra.

Ante esta situación, Unicef atestiguó que se encuentra “profundamente preocupado” por los afectados, por lo que ofreció su colaboración a las autoridades filipinas para ayudar a las personas afectadas, particularmente a los menores de edad.

En ese sentido, la representante de Unicef en Filipinas, Oyunsaikhan Dendevnorov, señaló que “los niños son los menores responsables de los fenómenos meteorológicos extremos, y, sin embargo, son los que se ven desplazados, sufren angustia mental y se quedan sin acceso a escuelas y hospitales”.

Por último, indicó que la organización dispone de suministros de emergencia preparados para responder las necesidades de las familias afectadas, como agua potable, saneamiento e higiene, y artículos médicos, de nutrición, de educación y de protección infantil.