En rueda de prensa en el Congreso tras ver las imágenes de los hechos junto a otros portavoces parlamentarios, Santiago concluyó que “la diferencia entre la vida y la muerte es garantizar que se cumpla la ley”.

En este caso, él piensa que no se garantizó la ley en cuanto a garantizar un acceso a los puestos fronterizos y a dependencias diplomáticas españolas a personas cuya nacionalidades les harían acreedoras a derecho de asilo ni en cuanto al deber de identificar individualmente a los migrantes.

Por todo ello, y desde la premisa de que se debe evitar que estos hechos vuelvan a suceder, llamó a ”crear un protocolo y operar las reformas legislativas necesarias” para que todas las personas que tengan derecho a asilo lo tengan, además de a identificar a las víctimas de la tragedia de julio, cuyo número aún es impreciso.

“El sistema no reúne las debidas garantías”, sentenció. Más tarde diagnosticó una “omisión de socorro” por parte de los agentes españoles, porque no deberían haberse desentendido de lo que veían “dos metros más allá” de la frontera.

A preguntas de los periodistas, Santiago aseguró no haber visto “ningún ataque directo de esas personas a los cuerpos de seguridad”, sino que simplemente llevaban “herramientas para derribar las puertas”; eso sí, reconoció que se produjo un “intercambio de piedras”.

En todo caso, el portavoz de IU en el Congreso aseguró que no fue “un ataque militar sino un intento de sobrepasar una valla, una frontera”, en el que “se ha utilizado la violencia normal cuando se está intentando violentar un puesto fronterizo”, equivalente a la que emplearon los refugiados ucranianos en Polonia.