Lo hizo en su intervención para inaugurar la jornada ‘Ley Audiovisual: escuchando al sector’, que celebra el grupo parlamentario en la Sala Clara Campoamor de la propia Cámara Baja. Antes que él, la portavoz adjunta y responsable de esta norma en el grupo, Sofía Castañón, apuntó que, aunque “mediáticamente” el debate sobre esta ley se ha centrado en lenguas y plataformas, “tiene mucha más complejidad y profundidad”, y abarca “el derecho a la información veraz, a la libertad de expresión y la libertad de prensa”.

Echenique abundó en la importancia del tema partiendo de que la información y la cultura “son política” porque “construyen relatos, construyen ideología” y “configuran la manera en que vivimos, en que la gente piensa, entiende la sociedad y vota”.

Además, justificó el título de la jornada señalando que “las leyes hay que hacerlas preguntando a la gente que sabe, la que está implicada en los diferentes sectores”, porque cuando “se hacen desde arriba o respondiendo a intereses de una minoría pequeña acaban siendo leyes fallidas”. Por eso, se comprometió a que Unidas será el canal de las demandas que los representantes del sector audiovisual presentes en la jornada lanzaran para mejorar la ley.

Ahora bien, seguidamente se refirió a la mayoría política con la que se ha de sacar adelante la ley. Y redujo la tesitura a dos posibilidades: la que, recogiendo el término despectivo que le dan sus adversarios, llamó “mayoría Frankenstein” recordando que al principio de la novela de Mary Shelley “era un monstruo bueno”, y la que dio en llamar “mayoría M. Rajoy”, porque implicaría reeditar la suma de PP y PSOE que le invistió en 2016.

"LA NO-MAYORÍA TAMAYO"

Según Echenique, la tercera opción, “la que nos han querido vender como posible alternativa, la semana pasada ya vimos que es una no-mayoría”, la que dio en llamar “la no-mayoría Tamayo” porque depende de una “abundancia de tránsfugas”, según denominó tanto a los dos diputados de UPN como al escindido de Ciudadanos Pablo Cambronero.

Al ser esta última inviable y considerar que “la mayoría M. Rajoy todavía no se ha ensayado afortunadamente” y “es muy difícil que se intente ensayar”, solamente quedaría volver a la mayoría de investidura. Y, atestiguó, en referencia a las discrepancias de ERC, PNV y EH Bildu, dicha mayoría “todavía no apoya esta ley, y para que la apoye habrá que negociar”; una necesidad que, se congratuló dirigiéndose a los participantes en el acto, “nos va a permitir introducir toda las mejoras de las que vais a hablar en esta jornada”.

Echenique enumeró varios reproches concretos al articulado, que, a su juicio, “no protege, sino todo lo contrario” a los medios comunitarios, a las televisiones públicas, a las producciones independientes ni la diversidad lingüística, tanto en lo que se refiere a las lenguas cooficiales como a las llamadas lenguas propias como el aragonés y el asturiano.

“Queremos que esta ley proteja todos estos elementos y la actual correlación de fuerzas en el Parlamento lo permite”, sentenció. “Vamos a una negociación entre diferentes grupos parlamentarios”. Y volvió a pedir un “input” a los participantes en la jornada para llevar sus opiniones “a esta negociación que por fuerza matemática se ha de producir”.