Lo admitieron distintas fuentes del grupo, tanto de Podemos como de En Comú Podem, la confluencia catalana del grupo, que, en línea con el resto de formaciones de esa comunidad, son sensibles a las demandas de las trabajadoras sexuales que trabajan libremente allí. Ya en la toma en consideración de la iniciativa socialista, los Comunes votaron en contra y Podemos e IU a favor. Ahora, estos dos últimos partidos votarían contra la enmienda de la CUP y los Comunes a favor.

El portavoz del grupo y miembro de la Ejecutiva de Podemos, Pablo Echenique, atestiguó que “hay un debate en el seno del grupo parlamentario”, y, en nombre de su partido, vinculó la abolición de la trata, en la que trabajan la mayor parte de las prostitutas, con que “tengan papeles, derechos, vivienda, asistencia jurídica y psicológica y una pasarela económica para ue puedan tener un sustento”. Reconoció que “siempre ha habido legítimas diferencias” en este tema dentro del grupo confederal.

La portavoz de En Comú Podem, Aina Vidal, recordó en otra rueda de prensa anterior que la confluencia catalana del grupo confederal siempre ha tenido ”una posición muy clara en torno al proxenetismo” pro también “en torno a las personas que trabajan en el trabajo sexual”; una distinción rotunda entre las prostitutas sometidas a trata o coacción y las que ejercen voluntariamente. En esa línea, describió como “punitivista” la proposición de ley del PSOE.

“Estamos debatiendo dentro del grupo parlamentario”, constató. “En el momento en que tengamos una decisión colectiva la vamos a anunciar”. Sin embargo, a pesar de esa apelación a una “decisión colectiva”, fuentes de los Comunes tampoco descartaron que el voto del grupo confederal vuelva a dividirse, como en la toma de consideración de la proposición.