El fuego, que destruyó la práctica totalidad de los 6.000 metros cuadrados de la factoría, fue producido al ser arrojado un artefacto incendiario desde el interior de un automóvil en marcha hacia las 00,30 horas de la madrugada, según los Bomberos de la Generalitat.

Los iembros de la 'Unió Revolucionària de Pagesos', que reivindicó la acción a diversos medios de comunicación pocas horas más tarde, son también los autores de varias pintadas que aparecieron en las paredes de la fábrica, como "Importadors traidors" (Importadores traidores) y "Avellanes turques mort" (Avellanas turcas muerte).

Según fuentes de la investigación, este grupo ya había realizado otro atentado, aunque de menor importancia, contra la empresa Borges hace 5 años y reivindicó otras acciones violenas en las comarcas del campo de Tarragona, aunque había dejado de actuar desde hacía 4 años.

En la extinción del incendio de la fábrica, que cuenta con unos 250 trabajadores, participaron 25 vehículos de los Bomberos de Tarragona y Barcelona. Los daños materiales producidos todavía no han sido cuantificados por la empresa.

Por otra parte, una docena de familias que residen en viviendas unifamilirares cercanas a la factoría fueron desalojadas como medida preventiva, por la virulencia de las llamasa causa del fuerte viento que soplaba.

El sector de agricultores de frutos secos de Tarragona ha protagonizado en las últimas semanas numerosas movilizaciones, como cortes de carreteras y manifestaciones, en protesta por las importanciones de avellana desde Turquía y para presionar sobre la reforma de la Organización Común de Mercado que se está negociando en Bruselas.

Borges SA reconoció el pasado mes de noviembre que comercializaba avellanas procedentes de Turquía después de que fuera denunciad públicamente por el sindicato Unió de Pagesos por utilizar erróneamente la Denominación de Origen de Reus en sus productos.

La empresa incendiada forma parte de una sociedad empresarial junto con Aceites Borges y es propiedad de los hermanos Pont Amerós. Con una facturación de cerca de 40.000 millones de pesetas al año, es una de las primeras firmas alimentarias de España.

Su cuota de exportación de almendras es del 30 por ciento y abastece el 60 por ciento del mercado interior de nueces. Sus inresos en 1995 llegaron a los 16.000 millones de pesetas, según fuentes de la compañía.