Durante la clausura del congreso de Nuevas Generaciones de Madrid, Uriarte advirtió de las "graves consecuencias" que está teniendo la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno y pidió "mirar al futuro" para sacar a España de los problemas que actualmente atraviesa, como la crisis económica.

Uriarte reivindicó "el espíritu y los valores" con los que nació Nuevas Generaciones de la mano de la ex ministra Loyola de Palacio, alejados de los "viejos y casposos prejuicios" del Partido Socialista.

Aseguró que los jóvenes y el conjunto de la sociedad española no pueden "obsesionarse con el pasado" por mucho que el Gobierno apruebe una Ley de Memoria Histórica o el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón abra un proceso para juzgar los asesinatos cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo.

En particular, juzgó "miserable que desde algunas instituciones y sectores de los poderes públicos" como la Audiencia Nacional y el Ejecutivo "se tenga a la juventud con el cuello girado hacia atrás en lugar de apostar el futuro".

Uriarte pidió no perder "ni un solo minuto" en analizar lo que hizo la España de 1936, de 1975 o de cualquier otro año, porque lo realmente importante es pensar en qué puede aportar cada uno a "la España de 2020".

Por su parte, el presidente de Nuevas Generaciones de Madrid, Pablo Casado, que fue reelegido en el cargo con más del 93% de los votos, manifestó que los españoles no pueden "seguir desenterrando fantasmas del pasado".

Recalcó que "no es momento para escarbar lo que nos dividía" hace 30 o 60 años y sentenció que no piensa admitir que tachen al Partido Popular de facha "por querer mirar el futuro".

Casado sacó a relucir que su abuelo "estuvo a punto de ser ejecutado" durante la Guerra Civil y paso cinco años en la cárcel, pero nunca tuvo "una palabra de rencor" y abogaba constantemente por "mirar hacia adelante".

Asimismo, arremetió contra las ideas socialistas por entender que el "paraíso comunista" no es otra cosa que "miseria, hambre y desilusión", como aseguró haber comprobado durante un viaje que hizo el pasado año a la isla de Cuba.

Casado adujo que los jóvenes tienen que estar en la vanguardia ideológica sin importar la corrección política. Así, criticó el rechazo de Cristina Almeida a los libros de Pío Moa y César Vidal, porque "hubo sociedades que empezaron quemando libros y acabaron quemando a sus autores".

También alabó la política exterior del ex presidente del Gobierno José María Aznar, que estuvo presente en el acto, y del que recordó que quienes en su día le criticaban "por estar en un sofá en el G-8 (sic) se han pasado un mes mendigando para tener una silla en el G-20".

Casado rechazó las políticas intervencionistas y de subvenciones del PSOE, como la devolución de 400 euros o el cheque bebé, con la tesis de que los jóvenes quieren "más cañas de pescar" en lugar de "pescado subvencionado".

Finalmente, pidió a los jóvenes del PP que no se dejen arrebatar "las banderas de la izquierda" como la ecología o la lucha contra la pobreza, ya que las políticas en esta materia de los países de izquierda se basan en "limosnas y cinismo".